El hermanamiento Humboldt – Sankt Niklaus movilizó la práctica de taekwondo en Santa Rosa de Lima
Una propuesta integradora a través del deporte en Santa Rosa de Lima. Crédito: Gentileza
La Cuenca Santafesina
Redacción El Santafesino
11 de abril de 2024
deporte hermanamiento Humboldt infancias Sankt Niklaus Santa Rosa de Lima solidaridad taekwondo

El hermanamiento Humboldt – Sankt Niklaus movilizó la práctica de taekwondo en Santa Rosa de Lima

Desde ambos lados del océano Atlántico, una decena de personas mantiene vivo el vínculo de hermandad y lo traduce en acciones solidarias para infantes de la zona oeste de la capital santafesina.

Un grupo de 25 niños y adolescentes entrena semanalmente taekwondo en La casita de los chicos, en el barrio Santa Rosa de Lima (Santa Fe). La iniciativa impulsada por Puente Wallis comenzó en marzo y vincula aportes de diferentes grupos humanos residentes en Humboldt y Sankt Niklaus (Suiza).

“Se trata de ser puente”, sostiene Ignacio Bertero en relación al objetivo que persigue Puente Wallis; la organización que busca mantener viva la hermandad entre Humboltd – Sankt Niklaus y generar nuevos lazos fraternos en diferentes países del mundo. Para el joven humbolense, una pieza clave en este rompecabezas solidario es el padre Bernardo Blanchoud. No sólo por promover el hermanamiento con la localidad ubicada en el Cantón de Valais sino también por incentivar vínculos humanos que redunden en mejor calidad de vida para las personas que más lo necesitan.

Y tan así es que también conectó La casita de los chicos con Puente Wallis para canalizar diferentes acciones. “El año pasado conocimos a la hermana Claudia y nos mostró todas las instalaciones. Inicialmente, colaboramos con una colecta de juegos didácticos, útiles escolares y calzado. En Navidad, nos sumamos a la propuesta de la Pastoral Carcelaria y recolectamos artículos para armar canastas navideñas”, relata Ignacio en diálogo con El Santafesino. Seguidamente, comenta que las donaciones dinerarias conseguidas en Suiza permitieron iniciar el dictado de clases de taekwondo en la zona oeste de la capital santafesina.

Una experiencia diferente

Orgullo y alegría son los sentimientos que invaden a Gianluca Otrino cuando se coloca al frente de las clases cada semana. Tiene plena conciencia de la responsabilidad que implica formar a niños de 6 a 14 años, con las particularidades que tiene cada grupo humano. “Mi tarea es lograr un crecimiento individual en los chicos, que puedan aspirar a sentirse plenos consigo mismo”, afirma.

Inclusión social fruto de un hermanamiento.

 

“Hicimos una clase de presentación para que los padres supieran qué iban a aprender sus hijos y para que los chicos vieran al deporte que se estaban adentrando. Tuvimos buena aceptación de ambas partes”, relata entusiasmado el deportista.

Cortesía, integridad, autocontrol, perseverancia y espíritu indomable son los principios del taekwondo. “Mi expectativa es que puedan captar estos conceptos y los puedan implementar en el día a día”, sostiene el practicante que ya recibió el cinturón negro.

Una idea, una gestión y numerosas voluntades unidas -desde uno y otro lado del océano Atlántico- demuestran la importancia de la sinergia entre personas y asociaciones que apuestan a la cooperación como motor del desarrollo integral de las comunidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *