La responsabilidad del presidente en la campaña electoral
Es indudable que la senadora Cristina Fernández de Kirchner utiliza los fondos públicos para su campaña. Respecto a esto, escuché comentarios de cómo actuarían en otros países ante una situación similar. Por ejemplo, en Alemania un presidente (porque en este caso el responsable es el presidente) no duraría un día más en su puesto, en Japón se podría llegar hasta al suicidio por ser cuestionado. Pero toda ética se ha perdido y el gobierno despilfarra el dinero que es de todos en la campaña de los candidatos oficialistas, mientras que a los otros partidos no les alcanzan los fondos para hacer campaña en los medios, a no ser que sean invitados por los programas, generalmente de cable, donde no toda la población tiene acceso.
El gobierno nacional no ha entendido que habiendo una gestión para mostrar, como en este caso, si fuera óptima no sería necesaria tanta propaganda ni tanto paseo de la candidata. En realidad, se quieren tapar los grandes desaciertos y falencias de las que son conscientes o, tal vez segados por el hambre de poder, no se dan cuenta de las mismas.
Por ejemplo, mientras hablan de la ecología se encuentra circulando en televisión una propaganda de Greenpeace en la que piden firmas para que se sancione una ley que termine con el corte del monte chaqueño. Las firmas son para hacer que el Congreso Nacional sancione la ley.
El Congreso está anulado por los superpoderes del presidente, que no tiene en mente ese tipo de proyectos porque ellos le permiten, por ejemplo, manejar el presupuesto indiscriminadamente, sacar decretos de necesidad y urgencia para cualquier tema que le permitan demostrar su poderío (no su autoridad, y luego lo explico); ¿cómo es que ya no ha promulgado un decreto para parar el desmonte?
Otro tema es sobre los derechos humanos de los niños que sufren desnutrición y muerte. ¿Cómo es que habiendo tanto superávit fiscal, no utiliza esos poderes para terminar con la mortandad y con la desnutrición?
Lo mismo con el tema de los indígenas de Chaco, con la fumigación de las viviendas en todo el norte para terminar con la vinchuca y el mal de chagas, así como también, montar un operativo para terminar con la desnutrición y la muerte de los aborígenes, o para una lucha encarnizada contra el paco. La candidata oficial visitó a madres de hijos consumidores, cuando hace tiempo que esas madres luchan por tener mayor apoyo oficial, ya que todo el mundo sabe donde se vende pero el gobierno hace la vista gorda.
Ahora voy a aclarar lo que dije anteriormente sobre poderío y autoridad porque, filosóficamente, poder lo puede tener cualquiera que se anime a ejercer una suerte de prepotencia sobre otros pero autoridad la tiene sólo quien es reconocido por otros que, buenamente, aceptan sus reglas de juego y/o indicaciones. En nuestro país no existe el sometimiento voluntario. No se pueden hacer preguntas a un ministro, menos aún al presidente acerca de lo que hace con las arcas publicas.
Autora: Haydée Borelli. DNI 8783732. E-mail: heidibore@yahoo.com.ar