Manos libres: el poder transformador del lavado artesanal
Manos Libres es una iniciativa que desafía el contexto político, social y cultural. Crédito: El Santafesino
La Cuenca Santafesina
Redacción El Santafesino
29 de mayo de 2024
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Manos libres: el poder transformador del lavado artesanal

Un grupo de mujeres -entre 18 y 50 años- rompió las ataduras del pasado y emprendió una nueva etapa en sus vidas a partir del trabajo cooperativo.

Ingresar al local ubicado en Urquiza 3186 de la ciudad capital es ser parte de la historia que construye la Cooperativa de Trabajo Manos Libres, a través del lavado artesanal que realiza un grupo de mujeres. La mayoría de ellas atravesó un período de sus vidas en contexto de encierro y hoy están enfocadas en consolidar la iniciativa laboral que les otorgó independencia económica para planear un futuro mejor.

El proyecto data del año 2020 y contó con el acompañamiento del personal del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe. Como suele suceder en estos casos, la iniciativa concitó la expectativa de un importante grupo de internas alojadas en la Unidad 4 que se fueron desilusionando a medida que el proceso que no tuvo la celeridad esperada. Entre 2021 y 2022 obtuvieron las matrículas de orden nacional y provincial, documentos claves para avanzar en este desafiante emprendimiento.

Sandra Valdez se introduce tímidamente en este proyecto colectivo que hoy conduce con notable convicción. “En principio, queríamos establecernos y tener una base sólida de trabajo. A futuro, ayudar a otras mujeres. Eso fue lo que logramos en el transcurso del primer año de trabajo”, asegura a El Santafesino.

Aquellas primeras labores fueron desarrolladas en una casa que “decidimos poner linda con $200.000” que otorgó el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología. El 3 de octubre de 2022, las 8 integrantes de la Cooperativa Manos Libres abrieron con entusiasmo las puertas del local ubicado en calle Alberdi 2860 pero… “no entraba nadie”.

“El fuerte de las lavanderías es el invierno”, asevera y recuerda que ese verano remaron fuertemente para sobrevivir en la época más floja del año. Y poco a poco, fueron sumando clientes hasta contabilizar 700 en 12 meses.

Sandra agradece que en el derrotero tuvieron el apoyo y acompañamiento del Centro de Estudios de Políticas Participativas, la Pastoral Penitenciaria, el Banco Credicoop y el ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe.

ORGULLO Y PREJUICIO

La inserción laboral al momento de obtener la libertad o las salidas transitorias es un aspecto clave de esta iniciativa que ya nuclea a 10 integrantes. Es importante aclarar que, si bien comenzó con mujeres en situación de encierro, actualmente tiene las puertas abiertas a cualquier persona que desee participar en el marco de su estatuto y objeto social.

La iniciativa no está exenta de prejuicios que van derribando con la prepotencia del trabajo. Sandra reconoce que muchas personas “no creían en la proyección de la cooperativa, no esperaban que un grupo de chicas que salen de estar detenidas se pudieran mantener solas”. En ese sentido, lo importante es que todas confiaron en el potencial de una trama urdida colectivamente.

SELLO DISTINTIVO

Cada estación del año plantea un nuevo desafío. En la presente temporada otoño-invierno pusieron en funcionamiento una secadora industrial adquirida con financiamiento de los Proyectos Especiales de Innovación Social (PEIS) que otorgó el ex Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. Este logro también permitió conformar un equipo de trabajo entre la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Santa Fe, la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral y CONICET Santa Fe con el propósito de alcanzar un mejor posicionamiento del negocio para que la actividad sea económica sustentable.

La incorporación de la secadora industrial permitirá generar nuevos clientes y brindará mayores comodidades a las trabajadoras. “Si bien tenemos equipamiento de uso familiar, es mucho el esfuerzo físico que hacen las chicas en el lavado artesanal”, asegura Sandra.

“Nos costó mucho llegar adónde estamos y tener un prestigio, el trabajo que hacemos no se hace en otras lavanderías”, sostiene la presidenta en relación al aseo manual de todo tipo de prendas y artículos textiles del hogar (sábanas, alcolchados, frazadas, cortinas, alfombras, manteles). Además, la cooperativa ofrece servicio de blanqueamiento, desmanchado, almidonado y planchado. Y por si todo esto fuera poco, también realizan ruedos, arreglos de cierres y cambios de cuellos de camisas.

TRABAJO LIBRE

Manos Libres es una iniciativa que desafía el contexto político, social y cultural. A 20 meses de su inauguración, Sandra enfatiza que lograron concretar “lo que todo ser humano aspira: el bienestar social”.

Guadalupe se sumó a la cooperativa en diciembre de 2023 y con sus declaraciones ratifica la trascendencia de este proyecto autogestivo: “el trabajo es un futuro para mí. Tener trabajo libre significa poder hacer lo que a mí me gusta y tener mi fuente de plata para mantenerme en este momento tan difícil que estamos viviendo”. Vive sola, tiene 6 hijos y una sonrisa tan enorme como cómplice cuando afirma: “me siento una mujer realizada porque yo me mantengo, no necesito que nadie me mantenga. Eso es lo bueno”. Y su actitud contagia entusiasmo: “en unos meses cumplo 50 años y lo vamos a celebrar por supuesto”.

Estas mujeres han demostrado que la resiliencia y la colaboración pueden abrir puertas a un futuro lleno de dignidad y oportunidades. Manos Libres no sólo ha cambiado sus vidas sino que también es una fuente de inspiración a otras personas que buscan nuevas formas de empoderamiento y superación.

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