“Nos falta más apertura hacia la gente”
Hermana Theresa Varela Crédito: El Cronista Regional

“Nos falta más apertura hacia la gente”

Sus palabras son el sudor de sus acciones. Y su grandeza se percibe a partir de la frase que titula esta nota: como si la obra que emprende día a día fuera pequeña, insta a la Iglesia y en ella a sus fieles, a estar “más cerca de la gente” desde la escucha, el diálogo, la educación y el trabajo.

Con estas convicciones la Hermana Theresa Varela participó del té organizado por el programa televisivo Felicia y su Gente que conduce Fernanda Bo, con motivo de su 7º Aniversario. El Cronista Regional reflejó en su edición de julio la trayectoria de Fernanda y a partir de ella la historia de la Hermana Theresa, quien realizó una visita inolvidable para los felicianos y vecinos de la región.

El corolario de su estadía fue este encuentro realizado el pasado 21 de julio en las instalaciones del Club Juventud, colmadas por una gran concurrencia. En la oportunidad, la hermana explicó su reconocida obra que desarrolla en San Marcos Sierra, provincia de Córdoba. Y el siguiente es el diálogo que mantuvo con El Cronista Regional.

-¿Cómo hace trascender su desafío de asistir a tantos niños más allá de garantizar su subsistencia a través del alimento diario?

-La finalidad es capacitar a los niños para que el día de mañana no tengan que mandar a sus niños a un comedor público sino que puedan producir ellos mismos. ¿Cómo lo hacemos?. Nosotros trabajamos en ocho centros comunitarios y en cada uno tenemos una capacitación específica y otra general. Por ejemplo, costura con las adolescentes y sus mamás, elaboración de alfajores, dulces o chacinados. Enseñamos a las personas a producir y ganarse su dinero sin salir de su lugar de origen.

-¿Usted cree que el cambio de la crisis socio económica y cultura de la Argentina surgirá de los sectores populares?

-No sólo creo esto sino que estoy segura. Estoy convencida sino no haría este trabajo. Pienso que la calidad de vida de los argentinos tiene posibilidad de cambio solamente a partir del trabajo y la educación. Educación para saber elegir y entender que no es provechoso para nuestro crecimiento recibir, recibir y recibir. Y trabajo, por supuesto, para vivir dignamente.

-Además de su fe en Dios, ¿cree firmemente en el hombre?

-Sí, creo en el hombre. Cuando uno más cree en Dios, más cree en el ser humano. Las fallas del hombre vienen por esa falta de educación, porque no ha encontrado otra cosa, porque no hubo nadie que le muestre otra cosa. Hay otros que saben pero tienen ansias de poder, del tener… También pienso que estos no han encontrado el otro camino. Es mucho más difícil el cambio para estos últimos que para los primeros. Pero creo que para ellos también hay un cambio.

-Finalmente, ¿considera que en este desafío la Iglesia está cumpliendo su rol?

-A decir verdad, creo que nos falta un poco más de apertura, más de estar con la gente, más de educar y trabajar con la gente. Pienso que de alguna u otra manera la gente se nos escapa de las manos como agua entre los dedos. Tenemos que ir un poco más al encuentro, a un diálogo más profundo, a la escucha de esa gente nuestra que tiene mucha hambre de la palabra, de ser escuchada. Y es necesario vivir en la práctica la palabra del Evangelio. Jesús dijo una palabra muy importante al hombre: “ya no les llamo siervos sino amigos”. Entonces tenemos que ser más amigos de la gente.

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