Soluciones hídricas
Los anegamientos frecuentes en localidades de la región, han planteado conflictos entre comunas y gobierno provincial. La ausencia e insuficiencia de obras hídricas, sin desconocer el carácter extraordinario de las lluvias de los últimos años y en particular de los últimos meses, han puesto al desnudo una realidad que enfrenta a gobernantes ante el desamparo de los ciudadanos.
Mientras no hay precipitaciones por encima de los niveles normales, la planificación de obras y el mantenimiento de la infraestructura existente no está en debate. Nadie observa la falta de limpieza de un canal o alcantarilla, ni los residuos que los vecinos arrojan en cualquier lugar de la vía pública. Cuando llueve, todos se acuerdan del problema hídrico y la discusión es menos transparente y poco fructífera.
En San Jerónimo Norte, la comuna asumió el reclamo de una obra de defensa que el gobierno de la provincia aún no cumplió. Desde la promesa inicial, inundaciones por lluvias ocasionaron pérdidas en ese próspero distrito de Las Colonias, futura tercera ciudad del departamento. En Sauce Viejo, dpto. La Capital, las aguas que llegan desde el oeste, producen anegamientos en barrios ubicados antes de llegar a la Ruta Nacional Nº 11. Dos ejemplos que reflejamos en esta edición dignos de ser analizados.
En el pueblo valesano, están dadas todas las condiciones para que la obra se ejecute. Sólo resta la decisión de la Provincia. Algo que caracteriza a los pueblos de esa zona es la organización y planificación. Es claro que si por ellos fuera, la defensa ya sería una realidad. En el pueblo costero, predomina la improvisación. Maquinaria comunal actúa en plena emergencia, los días de lluvia. Antes, los canales no están en condiciones. Ni siquiera hay cruces de calles.
En uno, la Provincia demora la ejecución por falta de presupuesto. En el otro, a la falta de un plan director de desagües, la instancia superior (la Provincia), tampoco aparece con paliativos ni correcciones. Hay canales que corresponde mantener al Ministerio de Aguas y que no están en condiciones. Un ejemplo: se debió salir a canalizar en inmediaciones del Aeropuerto, ante el riesgo que se inunde la pista de aterrizaje…
La comunidad, atónita, escucha los cruces verbales. Pero también incurre en decisiones imprecisas: o se paraliza o adopta medidas extremas como cortes de ruta, en lugar de exigir a quienes administran el Estado para que garanticen las soluciones hídricas correspondientes.