Una comprometida reacción evitó el cierre del colegio en Elisa
Las autoridades de la Asociación Civil “Juan Bautista Alberdi” que conduce los destinos del establecimiento que nuclea a cuatro instituciones educativas, manifestaron su satisfacción por los resultados de la Asamblea realizada el pasado 24 de septiembre. El encuentro marcó un punto de inflexión en la delicada situación que atraviesa el colegio de Elisa, que corre riesgos de cesar sus actividades por falta de recursos. Su futuro depende ahora de que este cambio de actitud inicial se confirme en una conducta a largo plazo con renovada predisposición hacia la institución.
En diálogo con El Cronista Regional, Amalia Santa Cruz de Rosso, representante legal de la Asociación, expresó su entusiasmo ante la reacción espontánea de unos 60 padres que participaron en esa Asamblea y el compromiso 20 de ellos para formar parte de la Comisión Directiva. “El encuentro fue muy positivo y demostró el compromiso asumido por el personal y los padres” destacó Santa Cruz.
En esa reunión quedó claro que es imprescindible la participación activa de todos los actores para evitar el riesgo de que una entidad con más de 40 años de vida cierre sus puertas. Asimismo la necesidad de cambiar las estructuras tradicionales de funcionamiento en función del contexto actual, muy distinto al de los comienzos.
El disparador de esta saludable actitud fue una nota que la Asamblea de Padres, Docentes y Comisión Directiva envió a los padres de alumnos del E.E.M.P.I. Nº 8159, el Jardín de Infantes Nº 1219, el Instituto de Idiomas P.I. N 3026 y la Academia de Arte Nativo.
La misiva advertía que luego de una masiva convocatoria a los padres de los alumnos de los Institutos mencionados, se realizó la Asamblea Anual -entre otras cosas para la renovación de la Comisión período 2002 – 2003- con la presencia de tan solo cinco padres, y luego, en la segunda reunión (a manera de cuarto intermedio), con la asistencia de siete padres de alumnos.
“No podemos permitirnos como padres llegar a una situación límite como enuncia el artículo 33 de los Estatutos vigentes en la Institución -se precisó- que dice textualmente: ‘En caso de acefalía de la Comisión Directiva, asumirá interinamente el Tribunal de Conducta, organismo que deberá citar de inmediato a una Asamblea extraordinaria para integrar el o los órganos de gobierno acéfalos. En defecto de ambos, lo hará finalmente el Síndico con igual obligación’”.
En esa nota que movilizó a los padres, se instaba a acudir con responsabilidad y compromiso ante cualquier convocatoria de la lnstitución; recordar el esfuerzo de sus fundadores; demostrar con apoyo el agradecimiento a la institución que formó a casi tres generaciones de eliseños; como hombres y mujeres de bien luchar para que no se cierre la institución; recordar que debe prevalecer la educación a los bienes materiales, que día a día se devalúan; tener presente que lo mínimo que se puede hacer por los hijos, es asistir a las reuniones; ser solidarios con el futuro de nuestros propios hijos; ser coherentes entre la importancia que se dice que tiene la educación, y el tiempo y espacio disponibles para integrar la Comisión, cuando se realiza la pertinente convocatoria.
Por otra parte, se insistía en que no se puede “permanecer indiferente a la educación de su propio hijo. La suerte de la institución entera es paralela a la suerte de ‘tus hijos’”. Y más aún: “De este modo no podemos continuar. Es hora de aprender a convivir”.
Se instó a actuar “en vez de criticar” y enseñar a los chicos “a comprometerse con instituciones y a adoptar una actitud positiva hacia la vida institucional del pueblo y respetar a las personas que piensan diferente”.
Con este duro mensaje se convocó a la Asamblea que se realizó el 24 de septiembre, que permitió iniciar un nuevo camino para salir de la crisis institucional y definió a los nuevos integrantes de la Comisión Directiva (ver aparte).
En su último libro, Jaime Barylco (sociólogo y pedagogo contemporáneo) dijo: “… debemos dejar de aplaudir las modernas formas educativas que han hecho que los chicos solo aprendan a contestar a los padres, profesores y maestros, beber cerveza, salir hasta los días jueves, y que empiecen a estudiar…”.
Con esta reflexión, cabe preguntarse: ¿Qué futuro queremos para nuestros hijos y nuestro país?. El gesto de la comunidad educativa de Elisa dio una respuesta que alienta a pensar en un cambio.