Aumenta el consumo de psicofármacos en Santa Fe

El estrés, las presiones laborales, los conflictos afectivos. A veces vivir se vuelve una misión dificultosa. Los psicotrópicos -antidepresivos, sedantes, ansiolíticos- parecen ofrecer una solución rápida para estados emocionales no deseados como la angustia, la tristeza, los trastornos de la ansiedad y depresión. Pero si estas drogas son administradas sin prescripción médica y por fuera de un tratamiento farmacológico dispuesto en dosis adecuadas por un profesional de la salud -siempre dependiendo de cada caso-, se cae en el abuso de la automedicación.

Al actuar al nivel de los neurotransmisores, muchas de estas drogas generan en poco tiempo dependencia psíquica y física. En consecuencia, aparecen nuevos tipos de adicciones dentro de las llamadas drogas lícitas, con todo lo negativo que esto acarrea para la salud de las personas.

En la Argentina se venden actualmente 1,2 millón de unidades de tranquilizantes por mes, y unos 450.000 antidepresivos. El segmento de estos últimos vienen creciendo en los últimos años. A partir de 2004, la cantidad de unidades vendidas creció un 14%, de acuerdo a las estadísticas aportadas por la Confederación Farmacéutica Argentina. Sociólogos y especialistas en adicciones afirman que el exponencial salto en el consumo indebido de psicofármacos se registró después de la crisis de 2001, y luego progresivamente en 2003 y 2004.

Estadísticas recientes del INDEC-Sedronar estiman que más del 10% de las personas de entre 16 y 65 años, el 8% de los universitarios y el 4,4% de los estudiantes secundarios usan sedantes o estimulantes sin prescripción médica. Esos datos hablan del consumo sin receta y hay muchos que, aún accediendo a los psicofármacos por indicación médica, los usan indebidamente.

Las sustancias psicoactivas más frecuentes son el Alprazolam, el Bromazepan, el Lorazepan y el Diazepam. El Clonazepam es un ansiolítico que se utiliza en los tratamientos de ansiedad, depresión, epilepsia y ataques de pánico.

El consumo de psicofármacos en Santa Fe

En diálogo con El Santafesino, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Santa Fe (1° Circunscripción), Adriana Cuello, expresó que “en la ciudad de Santa Fe hubo un traslado en el consumo hacia el Clonazepam. En 2007 las ventas de psicotrópicos en la capital provincial aumentaron entre un 10 y un 15 % en comparación con 2006. Estos registros surgen de las recetas médicas”.

“Después de la última inundación notamos un pico de ventas. Las depresiones y las angustias por la catástrofe vivida se tradujeron en un mayor consumo de psicofármacos. Ese pico descendió, pero no obstante ha habido un crecimiento en los últimos meses en las ventas de estos medicamentos. Las causas actuales son claras: el estrés, las presiones laborales y familiares, las angustias y la aparición de nuevas enfermedades como los ataques de pánico y las crisis nerviosas. Santa Fe no escapa a la tendencia nacional”, explicó Cuello.

“Nosotros desde el Colegio insistimos en que estos medicamentos siempre deben ser consumidos en base a la consulta médica correspondiente. Porque muchos de los psicotrópicos, ingeridos en forma abusiva y sin un tratamiento farmacológico, generan una fuerte dependencia psíquica y física en el organismo, con todas las consecuencias negativas que ello conlleva”.

La presidenta explicó: “Los psicofármacos son drogas muy buenas en el tratamiento de enfermedades mentales, depresión y trastornos nerviosos. Pero la automedicación condiciona con el tiempo al organismo a depender de una determinada sustancia psicoactiva. No se toma conciencia de que es muy difícil salir de ese círculo vicioso. Por ello recalcamos la importancia de la consulta médica previa”, subrayó la profesional.

Muchas veces emerge la figura del farmacéutico-amigo que expende psicofármacos sin la correspondiente orden médica. Consultada sobre la venta de estos medicamentos sin prescripción, Cuello aclaró: “Es un tema que lo tenemos bastante controlado. Los farmacéuticos de nuestra circunscripción conocen su responsabilidad profesional y lo que establece a ley. Puede haber casos en que se venden psicotrópicos sin prescripción, pero hay una mayor conciencia en la responsabilidad que esto genera”.

Un signo de época

En Estados Unidos muchos psicólogos y psiquiatras hablan de un nuevo fenómeno social: la “medicalización de la vida cotidiana”. Esto es, que el psicotrópico pasó a ser consumido no como remedio sino como una pastilla para el estilo de vida, para aliviar malestares de la vida actual, por mínimos que sean.

Un reciente estudio cualitativo del Sedronar marcó esta tendencia internacional en la Argentina. La percepción social respecto de estas drogas va cambiando: una mayor tolerancia y aceptación nace de la necesidad de consumirlas para lograr un mayor rendimiento laboral, una actitud más proactiva, una línea de fuga frente a los conflictos cotidianos. Pero es muy bajo el conocimiento sobre las contraindicaciones.

El psicotrópico pasó a ser un medicamento para ser pensado y consumido como una pastilla para el estilo de vida, que proporciona al sujeto un alivio rápido a las condiciones de molestia y malestar que acarrea la vida actual en los diferentes ámbitos (laboral, social, afectivo). “El fenómeno de ‘medicalización de la vida’ está asociado a la subjetividad contemporánea actual. “Tiene que ver con el ideal de sujeto proactivo, obligado constantemente a mejorar su perfomance y a estar siempre a la altura de las circunstancias”, explica la socióloga Cecilia Arizaga, al frente del referido estudio del Sedronar. “Es un signo de época: la presión por la autosuperación, la sensación de que siempre hace falta más. Se medicaliza para el superhéroe” (Clarín, 04/09/2006).