Creció el consumo de pollos y bajó el de carne vacuna
En los últimos meses el crecimiento de las exportaciones de carne vacuna tuvo varios efectos positivos y entre ellos se cuenta el desagote del mercado interno. Sin el acceso a los mercados internacionales que se logró gracias a la política de apertura oficial, la competitividad cambiaria y la inserción de los privados en ellos, la oferta local sería mucho más alta y se encontraría con una demanda castigada por la situación económica. Algunos analistas creen que eso podría derivar en una crisis de precios ganaderos. Pero eso no sucede consecuencia de las crecientes ventas al extranjero que a su vez dejan espacio para una mayor penetración de la carne aviar y de cerdos.
En el primer caso según datos dados a conocer a diferentes medios por Cepa el consumo llegó a mediados de años a los 46/47 kilos por habitante y año mientras que la oferta de carne de cerdos permite un consumo de 12 kilos. Entre ambas suman 62 kilos superando en casi 15% a la disponibilidad de carne vacuna.
Por otro lado, los precios de la carne vuelven a quedar por detrás de la inflación. Según los datos relevados por el IPCVA el precio de la carne vacuna, que se estabilizó en los últimos 3 meses, registra una variación interanual de 55%, por debajo de la inflación acumulada en los últimos 12 meses que superó 57%. En tanto el pollo tuvo una suba interanual de 75% y la carne de cerdo de 50%.