El sueño de ser futbolista
Javier Felipe, futbolista nacido en Humboldt Crédito: El Cronista Regional
La Región
Redacción
21 de enero de 2004
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El sueño de ser futbolista

La vida de este joven de Humboldt está marcada por el fútbol. Ya a los cuatro años asistía a las prácticas de 9ª división de Juventud Unida con su hermano Francisco, que al igual que Javier se desvivía por el popular deporte. Más de un partido, por falta de jugadores, entró a la cancha sin saber muy bien cual era su papel, pero la ilusión de correr tras la pelota podía más. Con quince años debutó en primera división.

En el mismo año el profesor Ariel Hoffer y el coordinador de las divisiones inferiores de Unión, Rubén Rossi, lo invitaron a formar parte de las divisiones inferiores del club. Así, un 11 de enero partió con su bolsito para Santa Fe, tomó pensión en el club y comenzó a luchar su puesto para la 6ª división de AFA, puesto que logró y conservó como titular en todas las divisiones inferiores hasta junio de este año, cuando quedó libre después de jugar en reserva varios partidos.

En diálogo con El Cronista Regional, Javier reconoció que estos años fueron “sacrificados, casi sin salidas. De lunes a domingo practicando, preparándonos, acostándonos temprano, con dietas de comidas, haciendo todo aquello que es bueno para ser un buen futbolista; pero me sentía muy bien porque hacía lo que sabía y me gustaba”.

Sobre si se sintió acobardado o desilusionado en algún momento, dijo que “eso existe siempre. El prepararse y no rendir lo que pensaba que podía, alguna lesión que interrumpía la marcha normal de las prácticas y el medio que el técnico te reemplace para el partido, más de una vez jugué dolorido o con molestias para no perder el puesto. Después en los partidos, creer que jugaste bien y si perdiste te quita el entusiasmo. Cuando estás jugando y van fuerte o te lesionan, siempre pensás que el árbitro no cobró bien o dejó pasar la jugada, pero son cosas del momento, cuando terminó el partido ya estás pensando en el próximo y como mejorar para superarte”.

Respecto de su actualidad, recalcó que “cuando esa semana en Unión, la comisión directiva me dijo que los técnicos me proponían para el contrato, pero que ellos no me conocían, no podía creer, venía de jugar en Rosario y Córdoba como titular de reserva y mucho no entendí. Me sentí mal, pero tengo una familia de hierro que me apoya, mi hermano es de alguna manera mi fuerza moral, así que me di cuenta que tenía el futuro solamente en mis manos. Tengo claro que mi vida está en el fútbol, no me importan los sacrificios, es lo que amo hacer, así que me hice una rutina según venía haciendo en Santa Fe y la mantengo todos los días: corro, hago físico, juegos tácticos, todas las tardes; mientras espero que se me presente algo. A veces me entran las dudas si valdrá la pena, pero enseguida me animo pensando que esto es lo que quiero hacer: jugar al fútbol. Si bien mientras estaba en Santa Fe hice el curso de técnico y pude aplicar algo en las divisiones inferiores de Juventud Unida de Humboldt. Por ahora quiero jugar al fútbol y sé que se me va a dar. Tengo mucha fe. Tramité el pasaporte y la ciudadanía italiana, porque aquí o en el exterior, en equipos grandes o pequeños, voy a jugar y dejar lo mejor de mi en la cancha”.

Así se presenta este joven amante del fútbol, de quien algún técnico del Club Unión al final de un partido dijera: “Felipe, cuando sale a la cancha, si retuerce la camiseta, le sale sangre porque deja la vida en la cancha”. Resistencia física, claridad en su objetivo y voluntad férrea, son las cualidades de este joven.

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