Embarazo precoz en Santa Fe: una problemática preocupante
La problemática del embarazo precoz en adolescentes ha quedado marginada de la agenda de gobierno en materia de salud comunitaria. Si bien pudo disminuirse la cantidad de embarazos no deseados entre niñas de 10 a 14 años, hay una tasa de fecundidad provincial muy elevada en menores de entre 15 y 19 años, que oscila, según datos oficiales, entre 8.600 y 9 mil nacimientos. En estos casos, la desesperación de primerizas y padres lleva a recurrir a la práctica de abortos clandestinos, con los riesgos que ello implica. El corolario es, en muchos casos, la muerte de la madre por una intervención médica que se realiza a la sombra de la ilegalidad sin la praxis sanitaria adecuada.
El Programa Provincial de Salud Reproductiva y Procreación Responsable, instrumentado en Santa Fe por Ley N° 11.888 desde 2003, tiene como objetivos centrales reducir la tasa de fecundidad en adolescentes menores de 19 años, promoviendo la maternidad y paternidad responsables a través de la planificación de los nacimientos; garantizar el acceso de la población a la información veraz y completa sobre los métodos vigentes de control de la natalidad, naturales y artificiales, haciendo hincapié en los grupos sociales más desprotegidos; garantizar desde todos los efectores sanitarios del Ministerio de Salud de la Provincia la accesibilidad y gratuidad de las prestaciones, como así también -previo consentimiento explícito del beneficiario- el otorgamiento de métodos de anticoncepción transitorios, reversibles y no abortivos, entre otros objetivos centrales.
En diálogo con El Santafesino, el Dr. Horacio De la Torre, director del referido programa, reveló que desde su aplicación operativa “la tasa de fecundidad que descendió fue la de chicas de entre 10 y 14 años, en un porcentual estimativo que osciló entre 1,8 y 2,2 %. Pero no pudo descender la franja de adolescentes de entre 15 y 19 años: no aumentó significativamente, pero tampoco descendió como nosotros esperábamos. Nuestro programa contempla a más de 880 mil mujeres fértiles (población total femenina que va de 10 a 49 años). De ese número total, el 45 % se atiende en el sector público, y de ese 45 % concurre a nuestro programa el 36 %; es decir, tenemos un gran número de mujeres que se atienden en el sector público. Es difícil construir un cambio de conciencia en la sociedad, con un mensaje que apunte a reforzar la necesidad del control de la natalidad, utilizar correctamente métodos anticonceptivos, etc.”, enfatizó.
Las estadísticas
El programa se destinó a los grupos en riesgo social, particularmente a la franja ocupada por adolescentes de entre 10 a 14 y 15 a 19 años. En el primer subgrupo, “cuando comenzó el programa provincial había 400 nacimientos, cifra que se redujo a 350. Pero nuestra deuda pendiente está en la franja comprendida entre mujeres de 15 a 19 años: aquí la tasa de fecundidad no descendió, un objetivo que estaba estipulado en las metas 2007 del programa”, reconoció De la Torre.
Estas son las estadísticas oficiales a las que accedió El Santafesino:
Mujeres menores de 10 a 14 años en la provincia de Santa Fe
-Años 2001-2002- 453 NV (Nacidos Vivos)
-Año2003: 400 NV
-Año 2004: 335 NV
-Año 2005: 350 NV
-Año 2006: 354
Mujeres menores 15-19 años en la provincia de Santa Fe
-Año 2001: 8.686 NV (Nacidos Vivos)
Año 2002: 9.050 NV
Año 2003: 8.668 NV
-Año 2004: 9.112 NV
-Año 2005: 8.881 NV
-Año 2006: 8.890 NV
Como puede observarse, en esta última franja etaria el número de nacimiento osciló entre los 8.600 y los 9.100 nacimientos, cifra significativa que no pudo ser reducida en tres años de implementación del programa provincial.
Sexualidad adolescente y pautas culturales
“Hace un tiempo se realizó un estudio en un en los hospitales Mira y López y José M. Cullen, a partir del cual se realizaron una serie de preguntas consultivas a las adolescentes. La mayoría de ellas (52 %) reconoció que había buscado un hijo sólo para retener a su pareja. Esto no es planificación, sino que se debe a pautas que pueden ponderarse como negativas”, advirtió el profesional.
Muchas pautas socioculturales inciden significativamente en el incremento de los embarazos no deseados y las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS): “Los adolescentes de hoy manifiestan nuevas necesidades sexuales como las relaciones casuales o la promiscuidad (la práctica sexual sin ninguna protección anticonceptiva)”, explicó De la Torre. “En este sentido, hay mitos muy negativos: creer que es un método anticonceptivo natural el coito interrumpido durante una relación íntima es un grave error. Los jóvenes se guían por estos métodos erróneos que provienen de factores culturales arraigados socialmente desde hace siglos, y eso hace a la falta de cuidados sobre el propio cuerpo y al respeto del otro”.
Dentro del programa, en los efectores de salud hay agentes comunitarios que brindan talleres de carácter informativo-preventivos con los alumnos de las escuelas periféricas de los barrios. Más allá de la asistencia oficial brindada, “la familia debiera ser el núcleo originario desde el cual se deba comenzar a preparar al niño sobre la sexualidad. Hoy la familia no cumple, por razones también culturales, con este cometido, y cuando el chico llega a la escuela ya es tarde. Pues ingresa a la institución escolar sin esa información de base acerca de la salud sexual que debe surgir desde los padres. Falta conciencia preventiva”, subrayó De la Torre. “Es allí donde encontramos el núcleo neurálgico del problema del embarazo precoz”.
Embarazos no deseados y abortos clandestinos
Consultado sobre los abortos en la provincia -como consecuencia de embarazos no deseados- y las muertes a causas de estas prácticas ilegales, De la Torre explicó: “La mortalidad materna por abortos clandestinos tiene una tasa donde hay ‘subregistros’: cuando muere una paciente por esta causa se expiden certificados de defunción que llamamos ‘máscaras’. Al llevarse a cabo a la sombra de la ilegalidad, no se certifica que el deceso se produjo por la infección o la eventual hemorragia durante el aborto, sino que se justifican la muerte con, por ejemplo, paros cardiorrespiratorios u otras complicaciones que no guardan relación directa con tal práctica”.
El departamento de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud realizó el años pasado un relevamiento donde tomó el número de las mujeres fértiles fallecidas, e investigó cuáles de esos casos podrían estar ‘enmascarados’. “Se analizaron los certificados de defunción y se recurrió a las casas de familiares, a quienes se realizaron preguntas sobre si la muerte de la madre pudo haber estado relacionada con un eventual aborto”, reveló el director.
“A partir de los datos obtenidos en este estudio, pudimos advertir que la tasa de mortalidad bajó mucho en 2005 (2 casos), y aumentó a 5 casos en 2006, pero por lo general la tasa de mortalidad materna por abortos no aumentó significativamente. Además, hay una nueva modalidad en el aborto clandestino: actualmente va quedando en desuso la instrumentación (raspado del feto), y se comenzó a emplear una técnica que permite la expulsión del saco de gestación con el embrión, que es más seguro para la madre que aborta. Esto, aún desde la ilegalidad, contribuyó a que disminuyeran las muertes por abortos”, clarificó el profesional médico.
La necesidad de la educación sexual en las escuelas
Ministerio de Educación de la Provincia impulsó este año un proyecto tendiente a sancionar una Ley de Educación Sexual, cuyo objetivo era, en primera instancia, capacitar a los docentes sobre el tema, prepararlos para impartir a los alumnos de las escuelas medias información completa y veraz sobre la sexualidad, los métodos anticonceptivos naturales y artificiales y las prevención de la ETS. Una serie de obstáculos legislativos ha trabado este proyecto de ley, aunque se espera que para el año entrante la educación sexual llegue, finalmente y enhorabuena, a la institución escolar.