
En Coronda se obtuvo la primera cosecha de pacú para beneficio de la comunidad aborigen Corundá
La subsecretaria de Producción del municipio corondino, Prof. María Belén Sierra, comentó a El Santafesino que este proyecto se inició en el Río Coronda desde su primer estadío que serían los alevines, luego continuó con los juveniles que es el momento en que el pez está más grande y apto para someterlo al sistema de jaulas.
La funcionaria municipal explicó que este proyecto “debía tener un beneficiario social ya que básicamente es un proyecto de investigación para ver cómo se desarrollaba el pacú dentro de las condiciones que tenemos en Coronda que son muy distintas a las que existen en Misiones o Corrientes donde existe una muy buena producción de este pez”, y agregó: “es por ello que se llegó a un acuerdo que el beneficiario sea la comunidad aborigen Corundá que vive en la ciudad. De esta manera, luego de muchos contratiempos y acumulación de experiencia se logró tener la primera cosecha de pacú en una zona fría como es el sur de la provincia de Santa Fe”.
Desde la municipalidad quedaron muy conformes con lo producido porque se pudo lograr para vender pescados con un peso de plato, el mismo que se vende en los hipermercados, que rondan los 800grs. y, en algunos casos han llegado hasta los 1.200grs. con la modalidad de la pieza entera. También se vendía la opción del pescado despinado.
“Fue un proyecto que nos llevó más de un año y medio y sabemos que es una producción que puede tener muchos altibajos, pero estamos satisfechos porque se cumplió con el objetivo”, afirmó María Belén Sierra.
El tiempo valió la pena
Consultada la encargada de Producción del municipio corondino sobre el momento en que comenzó a idearse la propuesta y cuándo se concretó la cosecha, María Belén Sierra explicó que “el proyecto lo presentamos, hace más de un año y medio, en el Ministerio de Producción de la provincia a través de un programa que se llama POES, pero los fondos se hicieron efectivos a fines del año pasado. Debido al proceso inflacionario esos fondos no alcanzaron, tuvimos que realizar una reestructuración de costos y la municipalidad debió aportar más dinero para llevar el proyecto adelante. En definitiva, nos llevó cerca de 15 meses desde la crianza de los alevines hasta la faena que se realizó a fines de marzo de este año”.
La crianza de los alevines
Para iniciar el proyecto, el municipio corondino primero tuvo que comprar algunos alevines y otros fueron aportados por el Ministerio de la Producción de Santa Fe. En el Vivero Municipal de la ciudad de Coronda se armaron los estanques para la cría de los alevines. En estos momentos esos piletones se encuentran en un proceso de mantenimiento y se decidió ampliarlos.
Luego de que se logra el peso determinado, los veterinarios les realizan los controles correspondientes y ven el momento en que pueden ser pasados a las jaulas. “En este primer proyecto los introdujimos en las jaulas ubicadas en el río Coronda en diciembre del año pasado, pero según los estudios científicos realizados existe la posibilidad de que este año se adelante un mes y los alevines sean colocados en las jaulas en noviembre próximo. De esta manera se va a llegar al final de la cosecha, entre marzo y abril de 2024, con un peso superior a los 1.200grs.”, vaticinó la funcionaria municipal María Belén Sierra.
La importancia del río Coronda
Las jaulas están ubicadas en el Puerto Fiscalizador, en el barrio La Cuarta de la ciudad, en la margen este del río Coronda donde está asentada la comunidad aborigen Corundá. Las jaulas no pueden ir en cualquier parte del río, deben tener una determinada descarga de agua, no debe haber ningún afluente que contamine ese sector, se deben seleccionar las personas para que no cualquiera manipule las jaulas y controlar que no se acerque ningún depredador. “Cuando abrimos las jaulas había unas mojarras con un tamaño increíble que nos sorprendió, pero lo bueno es que pueden convivir con los pacúes y no son competencia”, explicó con asombro María Belén Sierra.
Proyecto boga
“Vamos a presentar un segundo proyecto, esta vez en Nación, para tener otra estructura de fondos e intentar empezar con la crianza de la boga. Como Estado municipal queremos reducir la carga de extracción de peces que tiene el río. Este modelo está orientado a una economía circular, queremos que el pescador tome conciencia de que al río no hay que colarlo, y hay que ayudarlo al río a que vuelvan a reproducirse varias especies y sobretodo que sea una ganancia neta para el pescador”, analizó Sierra sobre lo que se viene en un futuro no muy lejano.
“Se debe tener en cuenta que el pacú es un pez para cocina gourmet y por eso tiene un muy buen valor económico. Es por ello que tenemos que sostener el cuidado del medio ambiente y empezar a pensar que existen otras maneras de producir”, sentenció la titular de Producción del municipio.
Los resultados obtenidos
Acerca de los números y ganancias que pudo arrojar la primera producción, María Belén Sierra sostuvo que “todavía estamos cruzando los datos con la UNL y estamos sacando el promedio para cuantificar el valor y la ganancia que le corresponde a la comunidad aborigen Corundá. En este proyecto todo el aporte económico fue puesto por los estados municipal y provincial, es por ello que la ganancia en términos monetarios se va a conocer a la brevedad. Podemos afirmar que fue una muy buena venta ya que los vecinos de Coronda respondieron muy bien. El objetivo es replicar este proyecto en todo el sector costero de la Ruta Nacional 11 y por eso ya hablamos con presidente comunales de algunas localidades para que puedan desarrollar este proyecto en sus comunidades”.

Para finalizar, se le consultó a la funcionaria municipal si, una vez superada esta primera etapa, se puede pensar que la próxima genere ingresos tanto para el Estado municipal o para otras instituciones de la ciudad. María Belén Sierra respondió que “la idea para la segunda etapa del proyecto es que genere un beneficio social para la municipalidad, desde vender los alevines y los juveniles que después se insertan en las jaulas y que el propio pescador de la zona cuente con la matriz productiva que es el Vivero Municipal de Coronda. Además, pensamos en otra etapa que es la Escuela de Alimentos en la que se pueda desarrollar un alimento que podamos vender para los peces y que provenga de los residuos que genera la producción frutihortícola”.