
Nepotismo: apuntes históricos y recientes en la provincia de Santa Fe
Parafraseando al humorista Luis Rubio, con su “Ando Recordando Record”, este editor no puede soslayar la marca “olímpica” del ex gobernador Carlos Reutemann, cuando en 2004 nombró a sus amigos y empleados de sus campos como jueces comunales. Representa un verdadero hito en la carrera por un cargo público en la provincia de Santa Fe.
Luego de la gestión justicialista que coronó Jorge Obeid, a partir de 2007, el socialismo que ocupa la Casa Gris desde entonces, inscribió su nombre en esta práctica con ejemplos emblemáticos. Su justificativo, militancia partidaria y un grado de idoneidad mayor. Un argumento que aleja el debate del nepotismo más llano para dar lugar a la discución sobre los mecanismos de ingreso al estado, también de relativa transparencia.
Por ejemplo, el ex gobernador Hermes Binner, tiene a sus tres hijas -todas profesionales médicas- como directoras de hospitales en la ciudad de Rosario. Su ex esposa, arquitecta, ocupa la Secretaría de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. El segundo gobernador socialista, Antonio Bonfatti, tuvo a su esposa actual en la Subsecretaría de Inclusión de Personas con Discapacidad; en tanto, en relación al actual gobernador, Miguel Lifschitz, cabe señalar que su pareja, es actualmente diputada provincial del socialismo.
Esta práctica, más o menos discutible según los casos, no es sólo patrimonio de la Casa Gris. Otras reparticiones del Estado -Vialidad, EPE, entre otras- como el ámbito legislativo también, quizás estén menos expuestas a la mirada de la opinión pública y sean terreno fértil para “sembrar” familiares con o sin formación específica y sin mayores objeciones de los organismos de contralor.
El actual vicegobernador de la provincia y presidente del Senado, Carlos Fascendini, nombró en su momento a su esposa como asesora de la presidencia -es decir, su asesora-, en tanto su yerno, ocupa un lugar en el directorio de la EPE. Hoy adquiere relevancia el caso más reciente, el de su par Rubén Pirola, quien promovió una andanada de nombramientos en el senado y varias reparticiones públicas (ver más abajo).
En las últimas horas, el tema se instaló en la agenda legislativa: los diputados nacionales Hugo Marcucci y Lucila Lehmann adoptaron acciones al respecto. El primero con un proyecto para que sus pares no nombren familiares en la cámara baja. La segunda, pidió por carta medidas “antinepotismo” al gobernador Lifschitz.
El caso Pirola
Según denunció en las primeras semanas de enero el referente de Cambiemos en Las Colonias, Gastón Gardiol, el senador Rubén Pirola promovió el nombramiento de familiares y personas de su confianza tanto en el senado como en otras reparticiones públicas.
Se trata al menos de una docena de personas cercanas al legislador, entre las que figuran desde su esposa hasta uno de sus hijos, pasando por el último candidato a presidente comunal de Sarmiento, su pago natal.
En un comunicado, Gardiol precisó que la esposa de Pirola ingresó como contratada con el cargo de Coordinador General (categoría 22) en la planta de personal del senado. Su hijo, estudiante de Ciencias Económicas, figura como contratado como Jefe de Oficina (categoría 16). En tanto, el ex candidato a presidente comunal ingresó como Jefe de División en la Cámara de Senadores (categoría 19).
Además, consigna que en la lista de contratados -en su mayoría oriundos de la localidad de Sarmiento- hay personas que incluso acumulan cargos, como el Jefe de División -en la planta permanente- y que además es Secretario de Bloque, y su señora esposa, que revista como Jefe de Departamento. También están los sobrinos de Pirola, Coordinador General y Jefe de División, respectivamente. También hay personas de su confianza con nuevos cargos en Vialidad, Obras Públicas y Economía.
Finalmente, el dirigente Gastón Gardiol aclaró que toda esta información es pública y está disponible para cualquier ciudadano que quiera corroborar estos datos.