¿Qué posibilidades existen de que los laboratorios estatales produzcan medicamentos?

“La historia no se terminó, y lo que haga la Argentina hoy, mañana y pasado tendrá que ver con el siglo que viene”, sostuvo el economista Alberto Sánchez ante más de un centenar de participantes en las Jornadas Nacionales en Producción de Medicamentos y Respuestas a la Emergencia Sanitaria que se llevaron a cabo en la Universidad Nacional del Litoral.

“En el mundo hay 13 grandes empresas que se dedican a la producción de medicamentos, monopolizan el mercado mundial y manejan cifras cercanas a los 300.000 millones de dólares -continuó aportando el especialista de la Fundación ECOSUR. Esta monopolización permite aplicar todo tipo de sobreprecio, que, sumado a los problemas socioeconómicos del país, tornan inalcanzables los medicamentos para los ciudadanos”.

Organizadas por el Programa Ciencia, Tecnología y Sociedad de la casa de altos estudios, las jornadas se desarrollaron en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas y contaron con la participación de reconocidos especialistas de todo el país.

Cifras

Según datos estadísticos, Brasil invierte 5.700 millones de dólares por año en producción de medicamentos, mientras que nuestro país gasta unos 3.600 millones. Pero al realizar un análisis per cápita, se puede observar que los brasileños gastan, de promedio, 36 dólares al año en medicamentos, mientras que un ciudadano argentino unos 106 dólares. “Aquí se puede ver la diferencia. Si hubiera un control de precios serio por parte del Estado, los argentinos nos ahorraríamos cerca de 2.000 millones de dólares que servirían para cubrir otras necesidades”, sostuvo Sánchez.

“Pero también se puede intervenir en el problema logrando la elaboración de más drogas puras en los laboratorios estatales. De esta manera, se podrían disminuir los costos de producción para el Estado -a través del PAMI y los Hospitales Públicos- y los costos de acceso para la gente. En tal sentido es que la historia no terminó, y la experiencia de las potencias mundiales en el siglo XIX así lo demuestran”, concluyó Sánchez.

Otra alternativa

“Los medicamentos hay que dividirlos en dos grandes grupos: los de uso masivo, que no tienen patente y que se pueden controlar y producir en los laboratorios del Estado; y los de última generación, que están patentados por grandes empresas multinacionales”, explicó el Dr. Alberto Marcipar, director del Programa Ciencia, Tecnología y Sociedad de la UNL. En tal sentido, el especialista agregó que “los que están empezando a faltar en el ámbito hospitalario, son los de uso masivo. De ahí la propuesta y el debate acerca de la capacidad de nuestro Estado Nacional para producirlos y responder a las demandas de la ciudadanía”.

Consultado sobre el tema, el Dr. Emilio Cermignani, especialista de la Universidad Nacional de La Plata sostuvo que “el encarar un plan de producción de medicamentos por parte del Estado tiene como objetivo ofrecer un producto a menor costo, lograr emplear y recuperar mayor cantidad de recursos humanos y tender a participar en un mercado que se presenta como oligopólico. Pero por otro lado -agregó Cermignani-, este proyecto permitiría atender a las necesidades presentes y futuras de la población, con lo cual, estamos hablando de un proyecto a largo plazo cuyos resultados se podrían ver a mediano plazo”.

¿Cómo están los laboratorios?

La realidad de los laboratorios estatales es muy heterogénea. Mientras existen algunos con un alto grado desarrollo, hay otros centros que están semi abandonados y no sólo no tienen recursos económicos para funcionar, sino que ni siquiera cuentan con los recursos humanos básicos.

Pero como es sabido, para encarar este tipo de emprendimientos es necesario contar con la infraestructura tecnológica necesaria. En tal sentido, Cermignani concluyó que “la necesidad de insumos y mantenimiento de maquinarias requiere la inyección de fondos por parte del Estado. Logrado eso, y si se aúnan esfuerzos entre todos, se puede llegar a tener un desarrollo de importancia considerable que permitiría solucionar muchos de los problemas que, en cuanto al acceso a medicamentos, aquejan a la ciudadanía argentina de hoy”.