Se cumplió un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria de 1918
Fachada iluminada del Rectorado de la UNL Crédito: Universidad Nacional del Litoral

Se cumplió un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria de 1918

Las universidades públicas continúan pregonando los principios conquistados en aquella gesta. “Seguimos reafirmando el postulado de la Educación Superior como un bien público y social”, aseguró el rector de la UNL Enrique Mammarella.

Desde 1918, cada 15 de junio la comunidad universitaria latinoamericana celebra y recuerda la Reforma Universitaria. Gesta que nació en Córdoba y logró conquistas como el cogobierno, la libertad de cátedra, la laicidad y posteriormente el libre acceso y la gratuidad de la educación.

“El desafío de las universidades públicas de Argentina ante un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria sin duda tiene que ser seguir trabajando y reafirmando el postulado de la Educación Superior como un bien público, social, un derecho humano y universal, y un deber de los Estados, tal como ha sido expresado en la 3° Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe realizada en nuestro país”, aseguró el rector de la UNL, Enrique Mammarella.

A 102 años de la gesta reformista, el rector indicó: “Nosotros concebimos a la universidad como un espacio de reflexión crítica, accesible, abierta a la sociedad y sensible a su entorno, por eso tenemos que trabajar por una universidad socialmente responsable en sus relaciones con los múltiples agentes culturales, sociales y económicos, y que aporte respuestas a las necesidades del país y a los problemas del mundo”.

Pluralismo de ideas

Para Adolfo Stubrin, docente investigador de la UNL, “la Reforma Universitaria es una inspiración constante en dos planos principales: el del acceso al conocimiento científico, por una parte, y el de la organización democrática de la institución, por el otro. En el primer aspecto, es indispensable el pluralismo de ideas y la preservación de la libertad académica frente al dogmatismo o cualquier variante del “pensamiento único”. Las amenazas en ese sentido, aunque larvadas, son continuas”.

Y advirtió que “en la dimensión organizacional la universidad pública debe ser autónoma y garantizar la preminencia de sus estatutos, al solo amparo de la Constitución Nacional y su legislación reglamentaria.  El movimiento estudiantil organizado en centros y federaciones, los profesores designados por concursos de oposición y antecedentes, los consejos directivos y superior representativos de los estamentos son piedras angulares del modelo reformista, que es preciso custodiar y promover frente a cualquier régimen de tutela o manipulación”.

Respuestas a la pandemia

Este nuevo aniversario se recuerda mientras el mundo entero sufre las consecuencias de la pandemia a causa del COVID-19, y las universidades públicas han tomado un rol activo aportando todas las capacidades de su sistema científico, tecnológico y académico para dar respuestas a la coyuntura.

“Las universidades hemos tomado un rol proactivo en articulación con los Ministerios de Salud, Educación, Ciencia y Tecnología de la nación, con todos los ministerios provinciales así como también con los gobiernos locales, mediante el desarrollo de distintas acciones como partícipes indispensables de las políticas públicas que hasta aquí se han definido en los distintos ámbitos”, aseguró Mammarella.

“Por eso estamos convencidos que en los momentos de crisis e incertidumbre es fundamental reafirmar el liderazgo social de las instituciones y eso hace referencia al trabajo que vienen realizando las universidades en todo este tiempo de pandemia”, completó.

La universidad pública abarca un sin número de instituciones con sus complejidades  y especificidades. No obstante, el sistema universitario, académico, científico y tecnológico ha demostrado estar a la altura de las circunstancias.

Seguir reafirmando los principios reformistas

El director de Planeamiento de la UNL y vicedecano de FHUC-UNL, Daniel Comba, expresó: “Próximos a cumplir una fecha emblemática para la universidad argentina y latinoamericana como son los 102 años de la Reforma Universitaria en Córdoba me parece importante rescatar muchos de los principios y las conquistas que se lograron en aquella gesta reformista como nos gusta denominarla, sobre todo el principio del cogobierno, es decir que todos los actores que son parte de las universidades nacionales sean parte de la toma de decisiones. Creo que la posibilidad de que los estudiantes sean parte de los órganos colegiados, que  permitió luego que los graduados y los no docentes también sean parte de la toma de decisiones legítimas en nuestras instituciones son conquistas que permitieron avanzar en otras como la libertad de cátedra, la necesidad de que la ciencia y la investigación  se realicen desde las universidades y también complementado con el principio de laicidad, es decir que las universidades no deben adscribir a ningún principio religioso, fueron las bases que permitieron consolidar la autonomía universitaria y luego la gratuidad y el libre acceso conforme avanzaron los años”.

Para Comba, la comunidad universitaria debe continuar sosteniendo las conquistas reformistas de Córdoba de 1918 y remarcó las singularidades que distinguen al sistema universitario argentino.

Pasado, presente, futuro

Para concluir estas ideas y reflexiones acerca de la educación pública en un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria de 1918, a Laura Tarabella le parece oportuno “focalizar en la importancia de que la universidad continúe asumiendo el desafío de considerar distintos tiempos en el abordaje de sus políticas:  la recuperación del tiempo histórico, de la memoria institucional;  el tiempo de lo permanente, que son los temas del compromiso de la universidad con el desarrollo, con la equidad social, con la democracia, con la igualdad; el tiempo de lo emergente, como la integración regional y la internacionalización, la defensa del medio ambiente, los derechos humanos, así como las nuevas formas de conocimiento, la posición de los currículos del futuro frente a un mundo en constante transformación, y, en esta línea, el cambio epistemológico de las culturas.

Poner el énfasis en el futuro -es decir, en el proyecto, en la vocación- no significa, desdeñar la historia. Pensar en el futuro tampoco significa escapar del presente”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *