
SIDA: una cuenta social pendiente
Cerca de 90% de las infecciones se producen en los países en desarrollo, donde la enfermedad ya ha reducido hasta en 10 años la esperanza de vida. Se calcula que en 20 años la epidemia pasará de 40 millones de infectados en el mundo a 100 millones. El principal problema consiste hoy, en la falta de concientización social en torno a la especificidad de esta enfermedad.
El SIDA es la fase evolutiva de la infección por el HIV, se caracteriza por ser una enfermedad infecciosa, contagiosa y previsible de distribución universal. Las vías de propagación del virus son muy limitadas: el contacto sexual, contacto sanguíneo y la transmisión de una madre infectada al hijo.
Son notables los progresos respecto al tratamiento de la infección por el virus. En Argentina, al igual que en el resto del mundo, consiste en la utilización de una serie de drogas que frenan el avance de la enfermedad, en especial un fármaco aislado: la zidovina, denominada también AZT. Esta droga se ha revelado eficaz en ciertas formas de SIDA y prolonga la vida de los enfermos. Sin embargo, tiene importantes efectos secundarios y es muy costosa, por este motivo, están siendo estudiados otros medicamentos basados en los mismos principios de acción y en los conocimientos acumulados sobre el virus, pero aún es pronto para saber si resultarán eficaces e inocuos. El tratamiento en nuestro país depende del Programa Nacional de Salud y, por el momento, el suministro de las drogas se desarrolla con normalidad.
En cuanto a la especificidad de la enfermedad en la ciudad de Santa Fe, la Doctora Laura Trosch, miembro del cuerpo médico del Hospital Iturraspe, manifestó a El Cronista Regional On Line: “La única diferencia de nuestra población respecto de Rosario y Buenos Aires (como principales referentes), radica en la epidemiología porque nosotros tenemos muchos pacientes heterosexuales”. Así, la casuística del Hospital Iturraspe está conformada por alrededor de 130 pacientes en control con un bajo porcentaje de adictos endovenosos, propios de los grandes centros poblacionales, y un predominante número de heterosexuales. La Doctora Trosch resaltó también que la principal vía de contagio, en nuestra ciudad, es la de las relaciones sexuales ya que, las otras vías de transmisión han avanzado significativamente en materia de prevención y control.