Solicitan cambios en la Subsecretaría de Seguridad
El bloque mayoritario del Senado escuchó sin pestañear el fuerte cuestionamiento de los senadores radicales Felipe Michlig y Alberto Beccani para que el Poder Ejecutivo modifique su “anomia” en torno del tema seguridad y proceda a estructurar “cambios y medidas de prevención que pongan fin a las mafias que operan en territorio santafesino”.
Tomando como base la situación de un establecimiento ganadero de San Cristóbal, que denunció la desaparición de 1.000 cabezas de ganado, Michlig recordó que hace dos años (en abril de 2000) planteó ante el Cuerpo el accionar “inescrupuloso y presuntamente protegido de cuatreros” en su territorio, habiendo recibido como respuesta del oficialismo la acusación de que estaba actuando “con fines políticos”.
Indicó que el tiempo le fue dando la razón y que desde aquella fecha hasta hoy, “la inseguridad creció en Santa Fe a índices alarmantes, sin que nadie en el gobierno se percate o actué en consecuencia”.
“No hay respuesta”, aseveró, luego de enumerar el aumento de los índices de criminalidad, la falta de control para el contrabando de cigarrillos y hasta los sucesos del 19 y 20 de diciembre, que dejaron 7 víctimas fatales en el sur de la provincia.
Michlig manifestó que es inadmisible la permanencia en sus cargos de quienes fueron denunciados como responsables de las “cajas negras” en el sur provincial, que el Ejecutivo no haya respondido seriamente a uno solo de los varios pedidos de informes que se han elevado por el contrabando y pistas clandestinas en la provincia, que mientras un juez federal investigaba al ex presidente De La Rúa por los incidentes en Plaza de Mayo, nadie de cuentas de las siete muertes ocurridas en Rosario en la misma fecha.
Ahora se suma esta denuncia de los elevados índices de abigeato, lo que ha llevado a los productores afectados a ofrecer recompensas al mejor estilo del Fart West (cinco mil pesos en el caso de la firma Caminos Ganadera) para poder terminar con este flagelo, cuando la responsabilidad debería ser de las fuerzas de seguridad.
Luego se preguntó cómo era posible que siguiera en funciones el responsable del área de Seguridad, Lic. Enrique Alvarez, o que permaneciera en funciones quien ejercía la Jefatura de Rosario durante dichos incidentes, y “lo propio ocurre en el departamento San Cristóbal con el titular de la región, Crio. Julio César Pallavidini”.
Con una línea conceptual similar, el senador Alberto Beccani ratificó las manifestaciones de Michlig señalando que no estaba conforme con lo actuado en materia de seguridad.
A juicio del rosarino, no se está tomando con seriedad esta problemática, y “lo peor es que no se informa debidamente sobre cuestiones tales como las investigaciones sobre las cajas negras en Rosario o la investigaciones sobre patrimonios de jefes policiales”.
“Hoy debemos agregar un robo reciente que resulta emblemático. Robaron armas de grueso calibre de los Tribunales de Rosario. Si roban en los Tribunales, qué podemos esperar los particulares…”, disparó.
Las expresiones de los radicales se sucedieron ante el silencio de la bancada oficialista, previo a la aprobación de un pedido de informes de Michlig sobre la actuación de cúpula policial de la Unidad Regional XIII, en torno de la denuncia de la firma Caminos sobre la desaparición de 1.000 cabezas de ganado.
Michlig sentenció que Alvarez es el subsecretario de la “inseguridad pública” y resulta sumamente llamativo que el Gobernador Carlos Reutemann ha cambiando en los últimos dos años, dos ministros de gobierno, dos jefes policiales y se han producido más de 14 modificaciones en las distintas unidades regionales, mientras sigue sosteniendo contra viento y marea a este funcionario.