Tener un mercado, esa es la cuestión
El Mercado Ganadero S. A. es el resultado de aplicar actuales tecnologías a la comercialización de hacienda para acercar en tiempo y forma la oferta y la demanda. A través del uso de la televisión se ha facilitado la participación de compradores de distintos lugares del país. Utiliza rigurosos sistemas de filmación y certificación, documentados en manuales de procedimiento estandarizados que garantizan seriedad y transparencia, cuenta también con un estricto Orden de Venta que se puede ver en los catálogos impresos y online de Rosgan y una página web interactiva que permite conocer la cantidad y calidad de la mercadería puesta a subasta, entre otros servicios.
El sistema se ha consolidado. “Rosgan ha sido la nave insignia de los remates televisados y permitió demostrar que sirve como herramienta” analiza su director ejecutivo, Raúl Milano, en diálogo con Potencia Productiva en el segundo remate televisado junto a la Coooperativa Guillermo Lehmann. “El punto central de esto es la credibilidad y seriedad con la que se ha llevado adelante. Y es respaldo es la confianza en la casa consignataria, en este caso la Lehmann, con la certeza para quienes operan, de que aquello que se muestra es lo que se entregará al momento de cerrar la operación”.
Esta modalidad innovadora dejó atrás los prejuicios de una tradición de todos los tiempos. Pero obra de complemento. “Los remates feria seguirán existiendo. Esto es un complemento que está muy consolidado, particularmente para invernada y cría. Y es así por la presencia que mantienen las consignatarias en el mercado. Un 65 por ciento de la venta de invernada y cría se hace a través de consignatarias. Este sistema está definitivamente consolidado porque es más económico, no se necesita mover al animal y se reducen los riesgos” advierte Milano.
Tener mercado
Tras recordar que esta ha sido una iniciativa de la Bolsa de Comercio de Rosario, aclara que en sus inicios, “no se buscaron las consignatarias de mayor renombre, sino las que tengan una representatividad a nivel federal. Que los actores sean serios y responsables es el punto central para que esta propuesta de Rosgan y la Bolsa de Comercio tenga éxito”. En este contexto, valora el papel de la Cooperativa Guillermo Lehmann. “Acompañamos a la Lehmann que es muy seria y es uno de los socios operadores muy importantes”.
En el marco de sus 65 años, sostiene que para Rosgan “todas las casas consignatarias son importantes, pero particularmente la Lehmann, por el volumen, la capacidad y el desarrollo que tiene. Pero también por su perfil referencial sobre el overo negro. La Cooperativa Guillermo Lehmann es la que mejor expresa esto. Y permitió demostrar que a partir de Rosgan, se podía armar un mercado y un valor de referencia. En eso ha sido muy importante la Lehmann con su acompañamiento”.
Esto da pie a Milano para plantear un punto clave del cual depende el futuro de la actividad. “¿Qué es una Bolsa de Comercio, que es un Rosgan o una bolsa de cereales?. Es un mercado y tener un mercado es tener un lugar de referencia de precios. Si no hay referencia de precios, pierde el más débil, que es el productor. Un mercado se construye con muchos demandantes y muchos oferentes. Cuando hay pocos demandantes y está muy concentrado, se corre el riesgo que ellos definan los valores. Entonces el productor puede querer tener un mercado, pero a los grandes puede no interesarles. Con esto no estoy hablando mal de la industria, porque hay industrias muy buenas y responsables. Pero hay sectores fuertemente cartelizados en la definición de precios” advierte. Y remata con el cuento de nunca acabar: la brecha entre el precio de la leche en tranquera y en la góndola. “En Argentina habrá que hacer en todos los sectores una cadena de valor con un estudio muy definido de cuánto se queda cada sector”.
Para Milano, la ganadería tiene futuro, pero se impone la mayor transparencia posible. “Vivimos años muy complicados, se perdieron 10 millones de cabezas y pasamos del puesto 3º al puesto 13º en exportación. En los últimos 8 años el sector que más creció en la distribución de todo el ingreso entre el productor, el comercializador, el frigorífico, es el intermediario final: carniceros y supermercados. Se han llevado casi 6 puntos que eran del productor y de la industria. La industria frigorífica atraviesa momentos muy difíciles: 120 frigoríficos cerrados, 16 mil personas sin empleo. Ese sector no se pudo apropiar de la renta. El productor tampoco. Entonces la pregunta siempre es la misma: ¿quien se queda con todo?. El supermercado. El punto central son los formadores de precios y pedirles que tengan comprensión no tiene sentido”. Vuelta al principio: nada será posible sin transparencia. Y Rosgan ya empezó el camino.