Alfombras, pintura y barniz para un recinto en medio de la crisis
La actividad legislativa en la provincia se reanudó con una fuerte polémica. En medio de un contexto de profunda crisis económica y cuando desde el primero al último dirigente habla de reducir los gastos de la política, la Cámara de Diputados sorprendió con una serie de reformas y trabajos edilicios que apuntan a embellecerla y resguardarla.
Los trabajos comenzaron a finales de diciembre último y se extendieron durante todo el mes de enero. Incluso en estos días se dan los últimos retoques para que el recinto pueda ser “estrenado” la semana próxima, cuando vuelva a sesionar el cuerpo.
Las refacciones implicaron la renovación completa del cableado eléctrico, el traslado de la oficina de taquígrafos y el archivo, la reubicación de la cabina de la policía, el barnizado de las cincuenta bancas y la construcción de nuevas oficinas (estructuras de madera). También se compró un nuevo sistema de sonido, equipos de aire acondicionado, se instalaron terminales en cada banca para la conexión de notebook, se renovaron las centrales telefónicas y se adquirieron setenta equipos de computación. El recinto fue pintado al igual que el hall y alfombrado nuevamente. Además se resolvió la instalación de cámaras de video para que las sesiones puedan ser filmadas en forma permanente.
El Secretario Administrativo de la Cámara, Cont. Edgardo Fiol, precisó que durante el 2001 se invirtieron en bienes de capital (aire acondicionado, equipamiento informático, etc.) 140 mil pesos, mientras que en refacciones (hall, recinto y edificio anexo de 1 de Mayo) se gastaron 200 mil, teniendo en cuenta mano de obra y materiales.
La pintura del hall central demandó una erogación de diez mil pesos (ambas cámaras aportaron mitades iguales); la pintura del recinto de Diputados implicó una inversión de cuatro mil pesos; el alfombrado costó cerca de cuatro mil, y los trabajos de yesería fueron valuados en unos mil pesos. “Sinceramente creo que no son costos excesivos para hacer reparaciones que van a durar muchos años”, sentenció Fiol.
“Todo se hizo sin generar déficit porque fue en el contexto de una reforma administrativa que implicó procesos de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. Bajamos el nivel de gastos y a su vez hicimos muchas obras de infraestructura”.
Con respecto a la mano de obra, precisó que el “el 90 por ciento” fue personal de mantenimiento de la Cámara mientras que se tercerizaron las obras obra albañilería y pintura.
Con respecto a la necesidad de realizar las mejoras en este contexto, el funcionario citó, por ejemplo, un informe de Bomberos que advertía sobre los “riesgos reales del edificio ante un incendio”, como consecuencia de las instalaciones eléctricas obsoletas. Fiol intentó continuar la justificación y sostuvo que los trabajos fueron “oportunos” porque también representan una “transferencia de recursos al sector privado”.
Pero consultado sobre la posibilidad de haber derivado estos fondos a ayuda social admitió: “No tengo un argumento porque nosotros creíamos que era lo correcto”.
“Quienes trabajan en una obra de infraestructura -acotó- son albañiles que ganan entre 300 y 400 pesos por mes y de alguna manera, durante treinta días, nosotros logramos contratar entre 20 y 25 personas de manera continua. Sinceramente no tengo un argumento más fuerte”, confesó.