El mundo vegetal al servicio de la salud
Maquinaria agrícola Crédito: Archivo El Cronista Regional

El mundo vegetal al servicio de la salud

En la historia abundan los ejemplos sobre los efectos medicinales de las hierbas y otros vegetales, pero hoy pocos parecen recordar que las plantas son una fuente de múltiples drogas que ayudan a tratar desde un simple dolor de cabeza hasta enfermedades como el cáncer. Pero lo son, y los científicos están tras los rastros que permitan descubrir nuevos medicamentos que se sumen a la larga lista que ya existe en la actualidad.

“El 50 por ciento de los medicamentos empleados en la clínica actual proviene de vegetales como las plantas, las algas y los hongos”, enfatizó la investigadora Silvia Moreno durante una exposición en la “Jornada de Puertas Abiertas” que realizó la Fundación Instituto Leloir.

La directora del Laboratorio de Bioquímica Vegetal de ese centro de investigación de Buenos Aires agregó que “esto se debe a que los vegetales generan una gran cantidad de moléculas con actividad farmacológica, también llamadas compuestos bioactivos porque actúan sobre organismos vivos”.

En la actualidad la doctora Moreno es la responsable de un proyecto que tiene como principal objetivo aislar y caracterizar moléculas a partir de extractos de plantas aromáticas y medicinales cultivadas en la Argentina. La idea es aplicar ese conocimiento a la medicina y la alimentación humana, pero además se trata de desarrollar un emprendimiento científico-tecnológico en ese campo. La iniciativa es subsidiada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

La especialista remarcó que en la búsqueda de compuestos bioactivos hasta ahora se han evaluado entre el 5 y el 10 por ciento de las especies vegetales que existen en la Tierra y en el 90 por ciento restante podría estar esperando alguna nueva revolución farmacéutica.

Drogas vegetales

El uso medicinal de las hierbas se registra en la historia desde el Antiguo Egipto (3000-1900 A.C.). “En la farmacia egipcia clasificaban a las plantas en tres tipos: las que causaban enfermedades, las que mataban y las que curaban”, destacó Moreno a una audiencia compuesta por curiosos de todas las edades.

En los tiempos del padre de la medicina moderna, Hipócrates de Cos (500-400 A.C.), ya se utilizaba la corteza del sauce, en forma de infusión, para el tratamiento de la fiebre y el dolor. Durante la Edad Media y hasta el siglo XVIII la corteza de sauce dominó el campo de los analgésicos, hasta que en ese siglo cedió terreno ante el opio.

Sin embargo, fue recién a mediados del siglo XIX cuando se realizó el “invento del siglo”: la síntesis química del ácido acetilsalicílico derivado de la corteza del sauce, y nació lo que hoy se conoce como aspirina. “Hoy se consumen 2.500 aspirinas por segundo en el mundo”, dijo Moreno.

El relato de cómo se promocionó el lanzamiento de un derivado de la morfina, que proviene de la planta de amapola Papaver somniferum, generó sorpresa en la audiencia: los laboratorios Bayer comercializaron bajo el eslogan “un remedio no adictivo contra la tos” a ese derivado, la heroína. Luego, claro está, se descubrió el error.

Ayuda en la dieta

La quinina para tratar la malaria, que fue extraída del árbol Cinchona pubescens; y la famosa penicilina, que proviene del hongo con propiedades antiobióticas Penicillium notamum, son otros ejemplos de que los vegetales son una fuente increíble de medicamentos. “El descubrimiento de la penicilina en 1929 por Alexander Fleming, quien recibió el Nobel de Fisiología y Medicina en 1945 por ese hallazgo, fue una revolución en la industria farmacéutica, y marcó un antes y un después en la historia de la medicina”, remarcó la experta.

En la actualidad, cada vez hay más drogas derivadas del mundo vegetal como los compuestos utilizados en quimioterapia, la vincristina y el taxol, y muchos de sus derivados creados a través de la síntesis química (en laboratorio) para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades. Entre otras, la digoxina ha resultado ser muy eficaz para el tratamiento del corazón.

De todas maneras, aún restan varios problemas a resolver, ya que surgen cepas de microorganismos causantes de enfermedades que son resistentes a los antibióticos actuales; y muchos de los medicamentos sintéticos generados si bien son eficaces contra la enfermedad producen efectos secundarios negativos.

Por esas razones, la doctora Moreno remarcó que hay que recordar que cuando se desarrolla una nueva droga se necesitan muchos pasos de control para asegurar su eficacia y seguridad. Son estudios que llevan varios años, pero que finalmente dan sus frutos.

Puertas abiertas

Una vez más la Fundación Instituto Leloir abrió sus puertas para que los curiosos de todas las edades pudieran “meter las narices” en los laboratorios donde se están desarrollando investigaciones de punta. Terapia génica, células madre y plantas con componentes bioactivos fueron sólo algunos de los temas que los científicos expusieron durante la “Jornada de Puertas Abiertas” que realizó este centro de investigaciones a comienzos de septiembre.

Alrededor de 1.200 personas recorrieron las diferentes áreas de investigación, y pudieron escuchar charlas de especialistas. “Viaje al interior de nuestro cerebro”, “¿Para qué sirven las proteínas?” y “El tiempo vuela… de ritmos, moscas, humanos y otras yerbas”, son sólo algunos de los títulos de las exposiciones.

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