En contra del desdoblamiento electoral
Nadie puede desconocer la trascendencia de este año 2003 en el proceso de consolidación definitiva de las instituciones de la democracia, especialmente porque se producirá el tan reclamado por la gente RECAMBIO POLÍTICO.
Se pondrá así punto final a una situación excepcional después de los hechos acaecidos en diciembre de 2001 y nuestros conciudadanos podrán elegir desde intendentes y presidentes comunales hasta el propio presidente de la Nación, devolviendo la legitimidad que se requiere para salir de la crisis socio- económica en que se encuentra el país.
Ante este hecho de suma trascendencia nacional nos sorprende que nuevamente el oficialismo en la Provincia proponga cambiar las reglas de juego preparando una nueva maniobra electoral que le asegure continuidad de manejo en la Provincia, no se trata de otra cosa que una manipulación cifrada en especulaciones del oficialismo.
Este nuevo intento genera un alto grado de preocupación ante la posibilidad de que se produzca el desdoblamiento electoral con lo que los santafesinos tendrán que concurrir a las urnas nada más ni nada menos que en cuatro oportunidades, el 27 de abril presidenciales, el 18 de mayo posible ballotage y luego para elegir autoridades provinciales, Municipales y Comunales y por separado legisladores nacionales.
No se trata solamente de una cuestión política sino de dar claras señales de austeridad de cara a la gente. Ni la Provincia ni los partidos políticos están en condiciones económicas de afrontar tantos procesos electorales.
Además, Señor Presidente queremos ser claros, no se puede manejar la Ley y el cronograma electoral exclusivamente desde la óptica del partido del Gobierno esto afecta a todas las expresiones políticas, no puede ser una decisión inconsulta.
No sabemos si se trata de un globo de ensayo lanzado por dirigentes justicialistas para intentar darle curso con este eventual desdoblamiento a la continuidad de un aparato que desde hace años está inserto en todos los estamentos de la política santafesina.
Con jueces en la Corte, legisladores, empresarios afines, en una versión remozada de la vieja cooperativa parecería que todo vale si la meta es seguir manejando desde el Partido Justicialista la Justicia Electoral, los fondos electorales y más de $3.500 millones del presupuesto provincial.
Quienes defienden a capa y espada las bondades del Gobernador al no tener identidad propia necesitan de Reutemann para subsistir políticamente.
Nada le importa al oficialismo el millonario gasto que semejante despropósito generará en las arcas provinciales, frente a una sociedad agobiada por la actual crisis preocupada en encontrar una forma de subsistencia.
A modo de repaso Sr. Presidente me permito recorrer una secuencia que parece interminable cada vez que de elecciones a Gobernador en Santa Fe tratamos.
Tras la vuelta de la democracia en 1983 un llamativo corte de energía, bastante parecido al generado en el Congreso Nacional cuando se analizaba la conducta de un Senador, también del justicialismo, impidió el normal desarrollo del escrutinio que terminó con Vernet sentado en el sillón del Brigadier López. Cuatro años más tarde el justicialismo apeló por primera vez al desdoblamiento electoral para asegurar su continuidad con el Dr. Reviglio.
En 1991 Santa Fe se sumó a la lista de las tristemente célebres provincias que aplican Ley de Lemas. Sin olvidar el escándalo de su aprobación incluyendo denuncias públicas de coimas para cambiar votos y posiciones, esto posibilitó también que Reutemann con el apoyo del ex Presidente Menem accediera al gobierno provincial de Santa Fe sin haber sido el candidato mas votado, situación que se reitera en 1995 donde el justicialismo con varios candidatos que produjeron denuncias cruzadas de fraude electoral, un escrutinio provisorio que debió suspenderse transcurriendo más de un mes hasta conocer el candidato definitivo. Permanentemente la oposición reclamó la derogación del sistema de Ley de Lemas prácticamente extinto en el resto del país.
La vuelta de Reutemann a la gobernación alienta a quienes constituyen su entorno a idear complejos procesos con un único objetivo que es asegurar la continuidad del justicialismo en el manejo de la Provincia.
No debemos olvidar que fue el propio gobernador Reutemann el que impulsó el proyecto de la denominada lista sábana votada a libro cerrado por el justicialismo en ambas Cámaras para luego ante el clamor de la opinión pública ser vetada por el Ejecutivo, quedando el Gobernador bien parado y dejando en ridículo a sus legisladores, lo que le llevó a expresar al Senador Gutiérrez que hay que “tragarse sapos”.
Posteriormente sancionaron la modificación a la Ley de Lemas condicionando a la oposición en sus posibilidades de una alianza electoral.
Cuando la ciudadanía reclamaba gestos y una reforma política en serio desde el Ejecutivo Provincial se preocuparon por el número de concejales en las ciudades de Santa Fe y Rosario, desechando la posibilidad de convocar a una constituyente para poner en sintonía la carta magna provincial con la reforma constitucional del 94, rechazando iniciativas de la oposición sobre autonomías municipales, con dictado de sus propias cartas orgánicas, etc.
Mientras gran parte del arco político y de la ciudadanía reclama gestos concretos y contundentes que acerquen la política a la gente, desde el Gobierno se recorre el camino inverso, apelando a artimañas y recovecos que generan el permanente cambio de las reglas de juego político.
Hay una situación que es imposible eludir, y es la falta de recursos del gobierno para encarar planes sociales, alentar la producción, realizar obras públicas y de infraestructura imprescindibles, encontrar una solución al problema de desfinanciamiento de la Caja de Jubilaciones y Pensiones, ayudar económicamente a Municipios y Comunas, atender la salud y la educación, así como la seguridad de los ciudadanos, se nos puede explicar, ¿cómo se cae en el delirio de intentar estas tretas electorales que demandarán sumas millonarias del erario provincial? Esperemos que el sentido común pase a ser el más común de los sentidos y el Sr. Gobernador actúe representando a todos los ciudadanos de la Provincia y no de una parcialidad política, y en un gesto verdaderamente patriótico fije ya el cronograma electoral provincial, aventando de esa forma toda sospecha de manipulación para seguir sacando ventaja.