En La Guardia se realizó la quema anual a cielo abierto de los trabajos del Taller de Cerámica del Litoral
Con sede en el barrio costero de La Guardia, el Taller de Cerámica del Litoral concretó la tradicional quema anual a cielo abierto. Se trata de una ceremonia muy especial en la que se cocinan piezas elaboradas por los alumnos de todos los niveles que asisten a este espacio formativo, social y cultural que durante los últimos meses ha desarrollado un trabajo minucioso para contar con un marco institucional acorde a sus actividades. De este modo, avanza hacia la innovación institucional en una tarea que apunta tanto al ordenamiento como al fortalecimiento de vínculos con la Municipalidad y la Asociación de Amigos.
Reunidos alrededor del fuego, los 100 participantes de este ciclo junto con docentes, vecinos y funcionarios municipales recrearon una vez más este ritual, tal como lo hacían los pueblos originarios hace miles de años. Con una temperatura cercana a los 900 grados, las piezas se cocinan por tres horas hasta tomar un color rojo incandescente que indica que el proceso ha culminado.
El coordinador del Taller de Cerámica del Litoral, Ignacio Bertuzzi, explicó que el procedimiento “para nosotros es muy importante. Lo que estamos realizando es la quema de los trabajos a cielo abierto, que para nosotros vendría a ser como la culminación del año”, aunque aclara que “las clases siguen, porque hay piezas que están en proceso y los alumnos deben terminarlas”.
Bertuzzi indicó que “el barro se busca acá, en la orilla del riachuelo, ya que afortunadamente estamos en una zona donde la materia prima es inmejorable”. El proceso continúa de la siguiente manera: “Tal como sacamos el barro de la orilla, directamente lo limpiamos y lo trabajamos; no necesitamos industrializarlo ni agregar ni sacar nada”, describió. Posteriormente, “los alumnos lo modelan, realizan las piezas, las dejan secar bien y después se hace la quema a cielo abierto con muchas brasas hasta que se cocinen”.
A modo de balance, el coordinador aseguró que “este año fue muy positivo. Armamos un grupo muy lindo de docentes, logramos empezar con una cantidad de alumnos y con esa misma cantidad terminar el año, que por ahí es muy difícil de sostener”.
Por su parte, la docente Valeria Barbero contó su experiencia en este ciclo lectivo, el primero en su caso, como profesora del taller. “Tenemos tres niveles de formación y uno más de producción al que acceden las personas que pasan por los tres niveles”. A esto se suma la quema anual a cielo abierto y otro tipo de cocción, en un horno construido por el nivel infantil”.
Luego de este intenso año de trabajo, “nos estamos preparando para participar de La Diseña”, la feria navideña que comienza el 15 de diciembre. Barbero mencionó que allí se expondrán las tres líneas de producción con que cuenta el taller: litoraleña, hispano-guaraní y guaraní.
Innovación institucional
En ese marco, se destaca la reciente aprobación del Plan de Estudio, que permite organizar la gestión de los recursos humanos, pedagógicos y materiales que conforman el taller, pero, además, promueve la enseñanza y el aprendizaje en artesanía local, ampliando el servicio educativo de la zona costera. Además, abarca la enseñanza sobre producción, sistematización, formación y difusión de técnicas mediante la reproducción material de cerámica litoraleña, guaraní, hispano-aborigen o hispano-guaraní y cerámica negra del NOA, tradicionales de la región y de las culturas originarias americanas.
El desarrollo de este plan posibilitará continuar la formación certificada de artesanos ceramistas que conozcan, manejen y vivencien técnicas y experiencias para desarrollar su propia creatividad, reconocer nuevas habilidades y producir piezas características de la región.
De igual modo, la municipalidad de Santa Fe y la Asociación Amigos del Taller de Cerámica Artesanal de La Guardia rubricaron recientemente un convenio marco de colaboración para potenciar el alcance y el impacto de sus acciones sociales culturales y educativas. Con ese afán se fortalecen los lazos de cooperación entre las partes, que contribuyan al crecimiento del servicio educativo y cultural brindado en ese espacio.
La subsecretaria de Gestión Cultural y Educativa del municipio, Huaira Basaber, informó que “el primer paso fue que el programa educativo del Taller tenga autonomía pedagógica, es decir, que se pueda coordinar desde la especificidad propia desde su propia identidad porque tiene los insumos para llevar adelante la propuesta”.
Al respecto, la funcionaria sumó que “estamos dando un nuevo paso para que el programa educativo del taller tenga su propio concurso y por ello realizamos este ordenamiento: para construir los engranajes necesarios y contribuir a que el servicio crezca y se fortalezca”. Así se desarrolla un marco institucional que luego habilita a llamado a concurso docente y escalafonamiento, teniendo en cuenta la idoneidad del programa y las evaluaciones acertadas, pero siempre en función de las necesidades del servicio.