
La tasa rural es una contraprestación, y si no hay caminos, no se paga
En ese marco, el presidente de la entidad gremial, Eduardo Buzzi, y el director del distrito Carlos Paillole, exigen al gobernador Carlos Reutemann que tome las decisiones necesarias para que en el centro y sur de la provincia deje de imperar el atropello fiscal sin la debida solución de los problemas que hoy afligen al sector productivo.
En una asamblea de productores realizada anoche en la filial Maciel de Federación Agraria, convergieron vecinos de esa localidad, Gaboto, Oliveros, Clarke, Villa Eloísa, Chovet, Las Rosas y Montes de Oca (aquí la tasa rural es más cara que el impuesto inmobiliario), donde los presidentes comunales imponen una tasa por hectárea que -además de superar el costo del mantenimiento de la red vial rural- se transforma en un impuesto encubierto porque no se traduce en la debida contraprestación. Encima, en algunos casos, como ocurre en Gaboto, la Comuna comenzó a intimar con cédulas judiciales a los productores a pesar de que no presta el servicio. Y en esa desidia, los productores se vieron obligados a costear de su bolsillo la reparación de los caminos de la colonia para evitar que cientos de chacras queden aisladas.
La asamblea también observó que las rutas siguen deteriorándose sin pausa y el ascenso de las napas y las lluvias en algunas zonas están convirtiendo a la región en la palangana del país.
Por todo eso, Federación Agraria declaró el estado de asamblea permanente y movilización, mientras espera que el gobernador Reutemann conceda la audiencia solicitada por los productores.