Un estudio demostró que la parasitosis intestinal es un problema de salud pública desatendido
Las parasitosis intestinales son un problema de salud pública que, en niños y niñas, puede generar efectos adversos en el crecimiento, el desarrollo cognitivo y el rendimiento escolar, sobre todo en las comunidades más vulnerables. Los enteroparásitos se transmiten principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados.
Un estudio interdisciplinario realizado por docentes investigadores y estudiantes de la Cátedra de Parasitología y Micología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), reveló la alta prevalencia de parásitos intestinales en niños y niñas menores de cinco años de edad. El trabajo de campo se llevó a cabo en distintos Centros de Atención Infantil de la Fundación Hoy por Mañana de la Cooperadora para Nutrición Infantil (CONIN) de la ciudad de Santa Fe.
A través de este trabajo se confirmó que el 54% de la población infantil estudiada presentaba infecciones. Los principales parásitos hallados fueron: Blastocystis spp., Giardia intestinalis y Ascaris lumbricoides.
La intervención consistió en la realización de talleres participativos y actividades lúdico-educativas dirigidas a las madres. Desde los saberes previos de las participantes se abordaron temas como sintomatologías, forma de transmisión y las medidas preventivas frente a las parasitosis intestinales, logrando luego de finalizada la intervención, una reconstrucción de saberes más real y dinámica sobre estos temas.
“Este proyecto resalta la importancia de la educación continua en la prevención de enfermedades parasitarias y en la promoción de hábitos saludables, especialmente en comunidades vulnerables. Los resultados del estudio demuestran que las estrategias educativas pueden ser una herramienta eficaz para reducir la prevalencia de estas infecciones en la población infantil. Es importante remarcar que el abordaje educativo debe ir acompañado de otras acciones que promuevan los estándares sanitarios en la población, como disponibilidad de agua potable, una correcta disposición de excretas, entre otras”, explicó el responsable de la Cátedra de Parasitología de la FBCB, Sergio Guerrero.
Análisis epidemiológico
Las participantes en las actividades de intervención tuvieron la oportunidad de realizar (voluntariamente) un estudio parasitológico a sus niñas y niños asistidos en los tres CDI de la Fundación Hoy por Mañana de la ciudad de Santa Fe. A cada uno se le realizaron exámenes coproparasitológicos que consisten en evaluar la materia fecal, para detectar la presencia de parásitos intestinales. Estos análisis permitieron identificar los parásitos más prevalentes en orden descendente de acuerdo con su distribución porcentual son: Blastocystis sp con el 27,08%, Giardia intestinalis con el 14,58%, Ascaris lumbricoides con el 12,50%, Dientamoeba fragilis con el 8,32%, Entamoeba coli con el 4,16%, y Enterobius vermicularis también con el 4,16%. Los parásitos menos comunes incluyen Endolimax nana y Cryptosporidium sp., ambos con el 2,08%.
Estas actividades se desarrollaron en el marco de los Proyectos de Extensión de Interés Social, impulsados y financiados por la Secretaría de Extensión de la UNL. Participaron estudiantes voluntarios de las carreras de Bioquímica, Medicina y Licenciatura en Nutrición, así como profesionales de diversas disciplinas de la Fundación “Hoy por Mañana” y un equipo de docentes e investigadores de la FBCB, entre ellos María Agustina Jaras Horno, Carolina Aró, Andrea Gómez Colussi, María Belén Cheirano, Érica Rodríguez, María Verónica Vera Garate, Guillermo García Effron y Sergio Guerrero. Además, profesionales de CONIN actuaron como coordinadores. Es importante destacar que Agustina Jaras, estudiante de la Licenciatura en Nutrición, realizó su Trabajo Final en el marco de este proyecto.
“Este tipo de proyectos ofrece un valor incalculable al permitir que los estudiantes universitarios voluntarios asuman un rol activo y protagónico. Tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos académicos para abordar problemas en contextos reales, lo que no solo fortalece su compromiso social, sino que también promueve el respeto y potencia su autonomía, destacó el profesor César Gutiérrez”.
Algunas medidas de prevención
Es fundamental la provisión a toda la comunidad de una correcta disponibilidad de agua potable y una correcta disposición de excretas. A nivel general es importante pelar o lavar bien los vegetales y frutas antes de comer. Consumir agua segura para el consumo humano. Y por supuesto, cumplir las normas básicas de higiene, como el lavado de manos antes de comer alimentos, el lavado de manos después de ir al baño. Todas estas son algunas de las medidas de prevención ante estas enfermedades parasitarias.
Y finalmente, la educación continua de nuestra comunidad, nos compromete a continuar trabajando, a fin de facilitar la adopción voluntaria de conductas y de comportamientos tendientes a mejorar la salud y el bienestar de la comunidad.