Club de Leones: el lugar de la vocación de servicio
Campaña solidaria en Elisa Crédito: Club de Leones de Elisa

Club de Leones: el lugar de la vocación de servicio

Pronto se cumplirá un año de la creación de la Filial Elisa del Club de Leones. Comenzó su actividad el 19 de octubre de 2002 y se reúne todos los martes a las 19 horas en la sede del Centro Comercial.

Recientemente se realizó la presentación en sociedad, con la presencia de grupos de San Cristóbal, Rafaela, San Justo, Coronda, entre otros.

El grupo local está integrado por Víctor Demarchi -coordinador-, Liliana de Schmidt -vicecoordinadora-, Susana del Guste -dama leona-, Juan Sartori -león- y Elvira Milesi. Además se suma Ana María de Baudino como futura ingresante.

Uno de sus artífices, es Liliana de Schmidt, quien colabora con esa entidad en San Cristóbal desde hace años. Por intermedio de un familiar que es integrante del Club de Leones en esa ciudad, tuvo la iniciativa de crear esta filial junto a un grupo de personas del pueblo.

En diálogo con El Cronista Regional, explicó que la formación de un Club de Leones supone un período de prueba, en el cual cada uno comprueba su vocación de servicio por los demás y su adaptación al grupo humano.

“Una de las cláusulas del estatuto del Club de Leones, es que las personas que pretenden ingresar deben ser aceptadas por el resto de los socios”, explica Liliana. En principio se propone a determinada persona que se presenta ante uno de los integrantes del grupo, y en una reunión se determina si hay alguna razón para evitar a un nuevo socio. La incorporación se concreta con el acuerdo de todos los socios y “si alguien tiene algo para decir, que hable o calle para siempre, como los matrimonios” grafica.

La dinámica de esta entidad está regida por un sentido de pertenencia definido y un marco normativo claro, donde no tienen lugar cuestiones políticas ni religiosas. La organización es clave y la transparencia un requisito ineludible.

Liliana advierte que el compromiso no es menor: “es casi un grupo de amigos, debe haber gran afinidad entre los socios, y todos deben ser conscientes de que muchas veces se deja de lado -por ejemplo- hasta la familia”. En ese sentido, recordó que el último Día del Padre se trabajó todo el día y durante la inundación la dedicación fue plena.

Cuando las personas ingresan el Club de Leones prestan juramento y se les entrega una distinción de león, “lo que no significa que sea para siempre” advierte Liliana. Esto no significa que se trate de una institución cerrada, pero es fundamental que la actividad se desarrolle en los términos establecidos.

Schmidt remarcó que es esencial la vocación de servicio. “Uno debe dejar de lado muchas cosas para servir. Estamos para servir. El que tiene vocación de servicio, supera todas las otras dificultades de la vida cotidiana”.

La respuesta de los vecinos de Elisa en estos primeros meses de actividad de esta filial “ha sido inmejorable” según Liliana. “Toda la gente se ha portado maravillosamente con nosotros” porque si bien muchas personas no tenían un conocimiento preciso de la actividad del Club de Leones, “tenían muy buenas referencias” de la entidad.

En la actualidad, la atención de los integrantes de la filial Elisa del Club de Leones está centrada en dos casos sensibles. Son las historias de una señora ciega -Tuca- y las niñas Zoila y Camila, discapacitadas mentales que necesitan un estudio neurológico completo.

En el primer caso, se recaudaron fondos para comprar un dispositivo que permitirá a Tuca recuperar parte de su visión. En la actualidad, esta señora de 83 años, afronta diversos riesgos teniendo en cuenta que vive sola y -a pesar de su discapacidad- mantiene un espíritu activo trasladándose como si nada por las calles del pueblo.

En el segundo caso, el objetivo es solventar estudios en el Hospital de Niños de Santa Fe para estas dos niñas que concurren a uno de los grados radiales de la escuela primaria del pueblo.

Son dos historias de amor, que involucran a los socios y a la comunidad solidaria. “Los Clubes de Leones -aclara Liliana- son un servicio en todo sentido, pero tienen cierta preferencia por la salud de las personas. Y los discapacitados tienen un primerísimo lugar”.

Los beneficios que organiza el grupo tienen fines loables. Y son la materialización del amor por el prójimo, expresado en la solidaridad y la voluntad de servir.

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