
Cuando la escuela enseña a vivir
Todos los meses, los alumnos de la Escuela Nº 6101 “Asunción Palacio de Pérez” de la localidad de Saladero Mariano Cabal, viven una experiencia maravillosa. Saber que los productos que ellos elaboran y sus creaciones, son apreciados por la comunidad educativa que recorre la Feria Escolar. Pero no sólo eso: además, garantizar el sustento diario.
En la modalidad de Jornada Completa esto es una necesidad que permite aprender. Los fideos y las verduras para el almuerzo, los dulces y los alfajores para el desayuno y la merienda, son elaborados por los propios chicos bajo la supervisión de los docentes. La exhibición y venta de productos de panadería y dulces, verduras y plantines, vestimenta y libros, es el resultado del trabajo cotidiano en los talleres del establecimiento.
A saber: de Nutrición, de Conservación de Pikles y Dulces, Huerta y Jardín, Parque Temático, Biblioteca y Costura y Bordado. Del primero salen la elaboración de fideos, del segundo –por ejemplo- un exquisito dulce de mora, del tercero los plantines que se venden, del cuarto el estudio de los biomas y la producción de cactus, del quinto la venta de los libros de cuentos que ellos mismos editan y del último la recuperación de ropa para su uso.
Todos los meses, la Feria Escolar muestra estos productos y creaciones, y genera ingresos a través de la venta a padres y vecinos del pueblo. Una cooperativa escolar –integrada por alumnos y un docente- es la que administra los recursos, muestra un balance y los gira a la Cooperadora. Los ingresos se reinvierten en materiales que se necesitan para los talleres. Esta práctica también ha permitido que los niños puedan solventar gastos de viajes de estudio a través de la venta de fideos los fines de semana.
Alegría compartida
El entusiasmo de los niños es total en este tipo de experiencias. Mostrar aquello que hicieron con sus propias manos y saber que es útil a la comunidad, genera una emoción indiscimulable y una motivación clara para seguir en esta senda. No sólo los rostros infantiles reflejaron eso. Los corazones de los docentes y los papás también palpitaron.
El entorno de la Escuela Nº 6101 irradia esa energía. La huerta muestra una prolífica producción de hortalizas y el Parque Temática es sinónimo de ciencia y trabajo. Los distintos biomas pueden recorrerse a través de un sendero perfectamente diseñado. Puede pasarse de un paisaje desértico a uno selvático, apreciar un humedal o un bosque, todo con el aporte de los guías… los propios alumnos.
“En 2011, con el cumplimiento de los 100 años de la escuela, pensamos qué podíamos hacer para que los chicos vinculen el aprendizaje en las aulas con la vida diaria. Entonces, una de las propuestas fue construir un Parque Temático, en la semana utilizado por los alumnos para aprender contenidos pedagógicos y los fines de semana, motivo de atracción de los turistas”, comentó el director.
Riva explicó que uno de los principales objetivos es que el niño aprenda haciendo. “Observamos que el saber hacer es fundamental. Los niños necesitan saber hacer y a eso apunta nuestra forma de trabajo” remarcó. Son 156 alumnos los que atraviesan este fundamental paso por la primaria, porque la localidad no cuenta con nivel secundario. “Doña Asunción” es el nombre de los productos, en homenaje a una maestra que aportó mucho como educadora. Hoy, bajo su impronta, crecen desde abajo pequeños pero fuertes retoños.