Kirchner advirtió que el país está al borde de “un saqueo a los ahorristas”
El mandatario cuestionó las “idas y vueltas” de Eduardo Duhalde y advirtió estar frente a un “atropello” contra los ahorristas, que genera “incertidumbre” en los argentinos en general. “Y si esto es fruto de un acuerdo con la Corte, la situación es mucho más grave aún”, sentenció.
Con respecto al problema de desabastecimiento de combustibles, recordó haber discutido el tema con el Presidente, quien hizo caso omiso a sus recomendaciones. “Yo le dije a Duhalde que cuando uno tira de la cola del león, tiene que tener coraje para ponerlo luego en la jaula. Espero que esto se resuelva porque la situación en la que estamos inmersos es gravísima”, dijo.
En cuanto a las exigencias del FMI, entendió que los recurrentes cambios de políticas hacen de Argentina un país “muy volátil”. Advirtió que no se le puede exigir ayuda al Fondo, “si se anunció públicamente que no se va a pagar la deuda”. “Estamos siendo conejos de INDIA para que el mundo vea qué es lo que sucede con los países que no cumplen”.
A su criterio, Argentina tiene que volverse “un país sustentable” para revertir el “estado de sumisión en el que estamos hoy”.
“Somos un país muy poco serio y en esto hay responsabilidades del gobierno y de muchos otros actores, que se hacen los distraídos y miran para otro lado creyendo que así evitan los costos”.
Sobre su relación con Duhalde, admitió haberlo apoyado en su candidatura, pero consideró que lo principal para un Presidente es “la legitimidad de su origen”. “Por eso no acepté ser su Jefe de Gabinete”.
Kirchner denunció que Duhalde está en el gobierno, fruto de “un pacto y de un acuerdo que él mismo pergeñó y del cual yo no fui parte, pero donde sí estuvieron Alfonsín, las cúpulas cegetistas, y un sector del Frepaso”. “Espero que a él le vaya bien (por Duhalde), pero yo no tengo compromisos partidarios ni políticos con nadie, salvo con la gente. Y si mi partido o sus dirigentes, por el mero hecho de asumir la iniciativa de gobierno, se prestan a pergeñar cualquier plan político que no tiene nada que ver con lo que me llevó a integrarme al justicialismo, yo no acompaño”.
El mandatario criticó la “devaluación sin plan” y ensayó luego su propio plan de gobierno: cambiar la paridad de 1 a 1,40; establecer un nuevo ordenamiento fiscal, fijar un nuevo y fuerte derecho penal tributario para perseguir evasores, emitir cinco mil millones de pesos en LECOP para poder pagar los sueldos, y conformar una canasta de monedas con el EURO, el REAL y el DÓLAR.
Consultado sobre la figura de Carlos Reutemann, dijo tener “afecto y respeto” por el gobernador de Santa Fe. “No hemos profundizado nuestras ideas políticas, pero yo no vengo a tratar de descalificar la calidad y la honorabilidad de Carlos Reutemann. Yo vengo a hablar con los santafesinos para ver cómo construimos un nuevo país”.
Kirchner instó a “terminar con los discursos demagógicos y de cuarta nivel de nuestra dirigencia, y hay aplicar medidas de fondo”.
“Tenemos una sociedad que espera salidas mágicas, pero hay que tener en claro que esto no se resuelve de un día para el otro. Yo prefiero no tener ni un solo voto el día de mañana pero por haber dicho la verdad a la gente sobre cuál es el rumbo que hay que seguir”.
Kirchner cerró su conferencia bregando porque no se repita otro 19 de diciembre en la Argentina. “Deseo que se pueda por lo menos normalizar la transición”, concluyó.