
“Marano” y sus vivencias en el Rally Dakar 2011
Amante de los fierros y recordando citada producción de meses pasados, Hugo Zenclussen es un personaje de San Jerónimo Norte que ha logrado ser reconocido en el ambiente automovilístico, gracias a su particular humildad, necesaria a la hora de estar entre los “grandes” porque literal y llanamente se los ha “comprado” a todos con su genio tan particular.
Desde hace más de diez años ha entablado una amistad con Ernesto “Tito” Bessone gracias a una visita del famoso piloto a San Jerónimo Norte para compartir una cena a beneficio y que desde allí, cada carrera, cada fecha del calendario de las categorías más importantes del país, “Marano” está presente para acompañarlo.
En esta oportunidad, junto a su chofer personal y compañero de ruta, José Espíndola, cumplimentaron la primera etapa de enlace del Dakar que tuvo como recorrido sin ser cronometrada, desde el Obelisco en Capital Federal, Buenos Aires hasta la ciudad de Victoria en la Provincia de Entre Ríos.
Allí estuvieron para recibir a todos los pilotos de cada una de las cuatro categorías para estar y vivir de cerca el pasar de los vehículos en una de las competencias deportivas más importantes y coloridas del planeta.
“Es una emoción terrible la que hemos vivido, una experiencia única que tuvimos suerte de realizar nuevamente”, comentó a El Santafesino, casi emocionado, Hugo Zenclussen
Además de esta oportunidad, Hugo ha estado en todas las ediciones desde que el Rally Dakar se corre en Sudamérica, en el 2009 viendo pasar las máquinas en Villa Elisa, Entre Ríos, en el 2010 en la ciudad de Pergamino, Buenos Aires y la reciente de 2011 en la costanera de la ciudad de Victoria.
Además de esta experiencia, mientras la competencia iba avanzando, nuestro viajero estuvo presente en el mítico estadio Chateau Carreras de la ciudad de Córdoba que también sirvió como escenario para recibir a los competidores que venían de completar la etapa N° 12 que unía las provincias de San Juan y Córdoba.
Allí, otra vez con emoción y alegría de poder estar, acompañando a los pilotos y máquinas, Hugo volvió a estar donde más se siente cómodo, cerca de los “fierros” y los ruidos de una competencia que ya se hizo una costumbre en nuestro país y que volverá a ser realidad el próximo año donde seguro, Marano estará presente para poder volver a contarlo.