Santafesinos y santafereños
Carlos Reutemann, gobernador de Santa Fe Crédito: Prensa Gobierno de Santa Fe

Santafesinos y santafereños

Desde hace meses cuando comencé “En abstracto” en su segunda versión mi propósito, más que disertar sobre diseño y arquitectura con ínfulas exclusivistas, es acercar estas disciplinas a gentes normales de diversa procedencia moradores asimismo anhelantes y angustiados de este mundo diseñado y construido. Así como sin ser músico ni entender de solfeo o partituras, me asiste el mismo derecho a vibrar con una melodía que a quienes conocen o dominan la técnica sonora, siento que en cualquier campo del saber un coloquio continuo y respetuoso entre expertos y aficionados, o citadinos y campesinos, o argentinos y colombianos -como es nuestro caso- engrandece los horizontes cotidianos para ambas partes.

Eso explica la satisfacción que experimenté cuando (en lugar de un gélido “las temáticas de su interés son ajenas a nuestro campo de acción” o cosa parecida) recibí su beneplácito al envío de columnas de mi autoría para posiblemente incluirlas en el contenido de su website, www.elsantafesino.com, con un reconocimiento incluido de usted y su equipo “de la necesidad de enriquecernos como seres humanos e integrar regiones desde la comunicación”.

Coincidimos en ese punto

En mi condición de integracionista convencido, patrocino el surgimiento de nexos entre latinoamericanos, como debe ser, por el orgullo de compartir idiomas, culturas y fronteras. Con la única finalidad de intercambiar semejanzas y divergencias. Sin animadversión alguna hacia quienes nacieron del otro lado del Atlántico o más allá de la última frontera mexicana. La promoción y el azar han ido fraguando ese objetivo y ahora tengo algunos interlocutores fuera de casa en Costa Rica, Argentina, Bolivia y Ecuador.

Casi todos diseñadores o arquitectos. Algo que me honra, aunque es insuficiente pues el discurso urbano o rural es mera charlatanería depurada sin el concurso del habitante promedio de la metrópoli millonaria, el pequeño poblado o la estancia campestre; él mismo actor principalísimo del nicho doméstico, usufructuario de los objetos y espectador de las gráficas que particularizan los espacios. En verdad, en el reino de las funciones, las formas y los parámetros estéticos, reviste trascendental importancia la humildad majestuosa del anonimato.

Maldita ventaja

Irónicamente la globalización, que a los expedicionarios del Internet nos brinda cobertura planetaria, se ha convertido en el último demonio y aviva infinidad de suspicacias. Disiento de quienes únicamente ven desolación en su avance y pienso que con algo de agudeza podemos servirnos de ella. Es viable decidir cuáles modificar de entre nuestras peculiaridades y cuáles hemos de preservar a cualquier costo.

Además los patrones globales no son omnipotentes, y por más que homogenicen algunas singularidades es imposible que consigan despersonalizarlas todas. Así, es factible que un consorcio de inversionistas trasnacionales financie la construcción de gigantescos superalmacenes en Medellín o Rosario y pese a ello los naturales de una parte continuarán yendo a “Centro Comerciales” y los de la otra a “Shoppings” porque, suceda cuanto suceda, cada pueblo mantiene sus propios rasgos y genes. Aunque McDonald’s y Coca-Cola se vendan a ambos extremos del cable que lo separa a usted de mí, los dueños de esas megamarcas jamás conseguirán traer el río Paraná a la Sabana de Bogotá, ni llevar nuestro cerro de Monserrate a su llanura del Chaco.

Hay quienes ven conspiraciones mundiales en todo. Dejémoslos creer en potestades oscuras que complotan para desvalijar las culturas regionales a través de Hotmail. Y comuniquémonos, no por ello el presidente allá dejará de ser Kirchner, o el de aquí Uribe. Y usted fiscalizará la gestión de Reutemann en la gobernación en tanto a mí me preocupe la de Mockus en la alcaldía. Incluso si fuéramos peones en un colosal ajedrez geopolítico los apellidos Belgrano, Lugones, Ingenieros, Mitre, Urquiza o Sarmiento conservarán en su historia el sitial que los de Bolívar, Santander, Caro, Cuervo y Núñez ocupan en la nuestra.

Por ende, tranquilicémonos, pese a las fuerzas de mercado usted seguirá apellidándose Kay y yo Gutiérrez.

¿Habrá tema?

Obviamente dudo. ¿Qué puedo aportar a quienes viven en ciudades con cadenciosos nombres de epopeya? Laguna Paiva, María Luisa, Monte Vera, Constituyentes, Progreso… Pero me animo pensando que cuando la gente compra un objeto, una silla por ejemplo, en Argentina, en Colombia, o en Papua Nueva Guinea, se rige por criterios similares (necesidad, facilidad de uso, durabilidad, es familiar, es cómoda, la quiero porque soy tradicionalista, o porque no lo soy). Creo que los estereotipos engañan, sabe, soy un colombiano que no gusta del café y presumo habrá argentinos poco afectos al fútbol. O vegetarianos.

Sobran pretextos para comenzar. Como que sus compatriotas y los míos hablan castellano desde antes del establecimiento del Mercosur y la Comunidad Andina, aunque unos digan “¿podés?” y los otros “¿puedes?”. O que Bogotá también se fundó bajo el nombre de Santa Fe, si bien los bogotanos nos decimos santafereños y ustedes, en contraste, santafesinos. O que el equipo fubolístico del pueblo en nuestro altiplano es el Independiente Santa Fe, mejor llamado “Santafé”, mientras allá, en Santa Fe, Argentina, está el Colón ¿acaso se denomine así a causa del mismo Colón que da nombre a Colombia?

Tal vez el río Salado no sea el que anega nuestro vecindario pero le aseguro que comprendemos cuán molestas son las inundaciones. El río Tunjuelito nos ha causado problemas.

Sr. Director, por favor salude a sus amigos en los departamentos de Las Colonias, La Capital y San Cristóbal, extiéndales una invitación a nuestro website en www.proyectod.com

Alfredo Gutiérrez Borrero. Bogotá, Colombia.

Alfredo Gutiérrez, un zootecnista bogotano con alma de filósofo amante del diseño y la arquitectura, colaborará desinteresadamente con el Cronista Regional a través de su columna “En absrtacto”. Es escritor permanente de la revista proyectodiseño, el medio más importante en Colombia en el medio del diseño (industrial, arquitectónico, gráfico, interiorismo y de modas), los interesados en opinar sobre sus colaboraciones en www.elsantafesino.com, sugerirle temas locales para desarrollar en su obra o conocer algo más de ella pueden ver otros de sus trabajos en http://www.proyectod.com/enabstracto/3enabsint.html o escribirle a su dirección electrónica alfenabstracto@hotmail.com

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