¿Una alternativa válida para la promoción comunitaria?
En medio de la crisis más dura quizás de las últimas décadas de la historia argentina, crisis que atenta contra la dignidad de las personas, el derecho a la vida y de ahí en más contra los derechos humanos más elementales de amplios sectores de nuestra población, una de las políticas sociales del gobierno nacional que pretende dar respuesta a los reclamos de estos sectores es el plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados presentado como un “derecho familiar de inclusión social”. Es un beneficio al alcance de todos y todas los jefes y jefas de familia que se encuentran sin trabajo en nuestro país.
Los que hemos participado del proceso de relevamiento de datos y ejecución local del mencionado plan desde nuestro lugar como empleados nos hemos encontrado con múltiples obstáculos: dificultades operativas, falta de coherencia en la información y en los criterios, falsas expectativas creadas en grupos de población que hoy por hoy no se han visto concretadas, abusos e injusticias…
Como es de público conocimiento y como un aspecto más de nuestro folklore argentino, no han faltado denuncias -por parte de ciertos sectores- sobre intentos de una manipulación política y clientelista, corrupción e intentos de soborno hacia los más necesitados.
Estas y otras situaciones nos llevan a preguntarnos: ¿cuáles son los propósitos y fines últimos de estas políticas?, ¿Qué movilización generan a nivel social?; ¿Qué margen queda para la participación popular y la autogestión?; ¿O para el protagonismo de los sectores sociales excluidos de cualquier tipo de posibilidad de acceder a una mejor calidad de vida? Creo que es legítimo que nos preguntemos también cuál es la incidencia de esta política en el aparato económico y productivo.
Para que esto no sea un plan destinado a que nada cambie, a morigerar el conflicto social, a acallar las voces que se levantan reclamando justicia, el desafío que nos cabe a la sociedad en su conjunto pero más concretamente a los sectores locales, instituciones intermedias, comunas, municipios, etc, es el de encontrar las brechas, los resquicios para generar alternativas diferentes.
Es en esa búsqueda que a nivel del Trabajo Social de la Comuna de Humboldt hemos propuesto algunas estrategias destinadas a incluir a los beneficiarios en proyectos de capacitación (salud integral, nutrición), de trabajo participativo en microemprendimientos productivos, etc.
Uno de estos proyectos productivos es la Huerta Orgánica. Esta cuenta con infraestructura provista por la Comuna, es asesorada técnicamente por un ingeniero agrónomo del Programa Pro-Huerta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Basada en los principios de asociación de plantas, rotación adecuada y abono y control de plagas orgánico nos ofrece innumerables beneficios: es una alternativa ecológica, no daña el suelo sino que busca preservarlo y enriquecerlo; su producción es sana y natural, carece totalmente de residuos tóxicos ya que no se fumiga con productos químicos lo cual contribuye a una mejor salud y calidad de vida. Actualmente trabajan aproximadamente 10 beneficiarios quienes obtienen verduras las cuales aportan vitaminas, minerales, fibras y proteínas a la nutrición de niños y adultos.
El excedente comercializado produce ingresos que son invertidos en insumos apostando en el futuro al crecimiento del proyecto con la incorporación de frutales, aromáticas, flores para corte, etc. Más allá de los objetivos parciales que se pretenden lograr a nivel laboral y a nivel de grupo humano y social, la finalidad es lograr un microemprendimiento sustentable a largo plazo que posibilite la generación de ingresos a grupos familiares con necesidades básicas insatisfechas.
En este como en otros emprendimientos dependemos fundamentalmente de los recursos humanos, de la capacitación previa, de las personas con capacidad de liderazgo, de la cultura del trabajo e idiosincrasia que los grupos sociales con los que nos toca trabajar traen. Por ello este es un proceso en el cual la capacitación y el acompañamiento permanentes son prioritarios para el logro de los objetivos propuestos.
Mirelly Cardozo-Asistente social de la Comuna de Humboldt.